Altamira, Puerto Plata.-En la Cuenca de Altamira, Puerto Plata, un grupo de mujeres decidió sacarle provecho a lo que conocen y añadirle valor a lo que hacen para ganar el sustento de su familia y enaltecer su comunidad.

Ellas crecieron en los alrededores de las plantaciones de cacao, por lo tanto, saben muy bien cómo utilizar ese fruto, combinarlo y obtener los mejores sabores. Por eso fundaron la Procesadora de Chocolates de la Cuenca de Altamira (Chocal), una empresa asociativa comunitaria, co-gestionada por la Fundación de Desarrollo Loma y Salud (Fundelosa).

Las beneficiarias de ese proyecto eran seis mujeres que comenzaron a hacer barras de chocolate de cacao orgánico, cultivado por los propios productores de la parte alta y media de la cuenca del río Bajabonico.

De esa manera pasaron de ser amas de casa a emprendedoras.

Inicios del proyecto

Noemí Crisóstomo, vicepresidenta del Chocal, contó que el proyecto inició en el año 2007 con la ayuda de la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (Usaid), que después de una solicitud les concedió capacitación, un local y las maquinarias necesarias para arrancar.

Más adelante también recibieron la ayuda del Estado, que les facilitó un préstamo a las mujeres de Chocal de RD$12 millones vía el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), que ayudó a financiar 51 productores.

El gran salto

El negocio estaba en marcha, pero el real cambio llegó cuando en el año 2010 el Centro Cuesta Nacional (CCN) las escogió como beneficiarias del proyecto Corazón Dominicano, a través del cual esa empresa las ha ayudado a potencializar el valor de sus productos y comercializarlo de manera masiva. “Con el apoyo de Corazón Dominicano las mujeres del Chocal quintuplicaron sus ventas y los empleos”, explicó Yvonne Patxot, gerente senior de Marcas Privadas de CCN.

La ejecutiva explicó a periodistas que visitaron la fábrica de chocolate que la facturación del Chocal subió de RD$40,000 a RD$200,000 mensualmente, y los empleos pasaron de seis a casi 30. “Antes durábamos la noche entera haciendo chocolate, porque sólo teníamos ocho moldes, pero ahora tenemos 58”, destacó Crisóstomo.

La mejoría del Chocal también ha incidido en que aumente la producción de cacao de la zona, pues la procesadora subió la compra de 5 a 50 quintales al año.

Un nuevo repunte

“Este proyecto nos ha cambiado la vida, y a partir de hoy hay un antes y un después de las mujeres de Altamira”, dijo Crisóstomo.
Su alegría y entusiasmo se debió a que Corazón Dominicano contrató una chef peruana para que les enseñara nuevas técnicas de elaboración y uso del chocolate para que puedan diversificar su portafolio de productos.

La experta en artes culinarias, Imelda Reich, estuvo con ellas durante una semana y enseñó a las emprendedoras a utilizar las frutas de temporada y rellenar los chocolates.

Con esta nueva técnica la diversificación del producto está asegurada.

Proyecto apoya productores

Corazón Dominicano es un proyecto de responsabilidad social de CCN, que nació con el propósito de colaborar con el desarrollo de microempresarios y pequeños productores del país.

Bajo esa iniciativa CCN ha acompañado a varios productores en el proceso de solicitud de registro sanitario, registro de nombre comercial y otros requisitos necesarios para la comercialización y mercadeo del producto.

“Además, colocamos sus productos en nuestras tiendas y les damos promoción para que los consumidores conozcan su origen”, comunicó Natasha Quiterio, gerente senior de Mercadeo Coorporativo de CCN, en una visita al Chocal con periodistas. También aportan equipos.