Familiares de Luis Ferreras Rossó, hallado muerto en las aguas del río Ozama hace un mes, solicitaron la intervención de la Procuraduría General de la República en el proceso de investigación.

Manifestaron que el caso se encuentra paralizado por trámites burocráticos y el Ministerio Público no ha podido proceder con la investigación a la espera de los resultados forenses que trabaja el Instituto Nacional de Ciencias Forenses.

La familia descarta que se trate de un suicidio, como han dicho las autoridades, y temen que los culpables queden libres.