El servicio de energía eléctrica, así como los precios de los pasajes son temas de alta preocupación cuando el país entra en un periodo de asueto y reflexión; tanto en abril, con motivo de la Semana Santa, como en diciembre, fruto de las Navidades.

En ambos periodos el Gobierno, a través de la entidad correspondiente, ofrece garantías de mantener un servicio permanente de energía eléctrica las 24 horas del día.

Así mismo, también se escuchan las promesas de que el precio del transporte público interurbano no será afectado, sobre todo para los cientos de vacacionistas que toman las carreteras para trasladarse a los distintos balnearios del país.

En esta oportunidad ya escuchamos de nuevo las dos promesas, pero nos asombra que en los servicios de energía solo se favorecerán los centros turísticos desde el mediodía del Jueves Santo hasta la medianoche del Domingo de Resurrección.

El servicio para el resto del país no cuenta. No habrá energía eléctrica 24 horas para el resto de país. Una medida que no contribuirá al sosiego de una inmensa mayoría de dominicanos que permanecerá en sus hogares.

Todavía hay tiempo para reflexionar en torno a esta medida de iniquidad. Si bien es cierto que muchos centros turísticos merecen un servicio privilegiado, también los ciudadanos que se quedan en las ciudades merecen un mejor trato en materia de energía eléctrica.

De no ser así, al menos que se garantice que, efectivamente, los precios del pasaje no subirán, como ocurre normalmente en Semana Santa, desoyendo las disposiciones de los organismos oficiales del transporte.