El próximo año se realizará la elección presidencial en República Dominicana. Hasta el momento “los presidenciables preferidos” son los rostros de los últimos años.

No hay un rostro nuevo que tenga posibilidades de atraer a la población dominicana.
El presidente Danilo Medina no ha realizado una declaración oficial sobre si buscará su reelección, pero tampoco desautoriza las personas que lo están promoviendo.

Los expresidentes Hipólito Mejía Leonel Fernández, sin tener nada oficial, preparan ya su campaña presidencial, mientras que Miguel Vargas es ya el candidato oficial del PRD.

Son los mismos adversarios de los últimos años. Los cuatro están ya en la línea de salida de la pista, preparados para comenzar la carrera.

En días pasados, la politóloga Rosario Espinal invitó a los ex presidentes Mejía y Fernández a desistir de sus aspiraciones presidenciales para dar paso a una nueva corriente política que pueda dirigir los destinos de República Dominicana a partir de 2016.

Sobre Mejía afirmó que no puede buscar una candidatura presidencial por los errores que cometió en su gestión, a pesar del carisma personal que tiene el dirigente del Partido Revolucionario Moderno.

Al referirse a Fernández dijo que éste podría utilizar su poder para que en el PLD haya una circulación de candidaturas y no que se esté “repitiendo lo mismo”.

Y sobre Miguel Vargas, tras analizar los resultados que ha obtenido, se puede señalar que “perdió su momento” para lograr llegar a la Presidencia. Sin duda él lo sabe, pero “moverá su poder” de acuerdo a sus propios intereses.

El presidente Danilo Medina nació en 1951, Hipólito Mejía en 1941, Leonel Fernández en 1953 y Miguel Vargas en 1950.

Son hombres de experiencia, hombres que durante los últimos años han manejado el poder en República Dominicana.

Podemos enumerar muchos de los problemas que enfrenta el país, y que son las preocupaciones de la población en general, pero el tema más importante tiene que ser que los hombres del poder valoren la gran oportunidad para que República Dominicana pueda avanzar democráticamente.

Valorar la nueva etapa de transición que se vive en el país, y dar paso a cuadros nuevos políticos. A nuevos rostros en la política. Los jóvenes del país, que son mayoría, se lo merecen.