Es otra canallada haitiana haber prohibido que más de 20 productos dominicanos puedan exportarse por carretera a Haití.

Repito: los dominicanos estamos equivocados al responder a los políticos (que no son propiamente gobierno pues no controlan su territorio ocupado por la ONU) de Haití por sus desconsideraciones, más feroces desde que estamos ordenándonos en materia de inmigración.

Un “presidente” que antes de serlo se dedicaba a bailar encuero en público, ¿tiene la dignidad necesaria para un diálogo sano o serio? Debemos exigir respeto a la ínfima élite económica haitiana.

Es un puñado de familias cuya riqueza da asco porque resulta de la secular miseria e ignorancia de su propio pueblo. Son pocos; sus nombres no son secretos:

Acra, Biggio, Brandt, Gardere, Lacombe, Madsen, Mevs, Saba, Vilmenay y pocos otros… Políticos como Aristide figuran entre esos ricachos, incapaces de emularnos fomentando prosperidad y democracia, ni creando entes como el CONEP, la AIRD, la AIREN, ASONAHORES, ADOEXPO, ADOZONA, EDUCA, la PUCMM, UNPHU, APEC, UNIBE, FINJUS, FDD, etcétera. ¡Ni siquiera pueden llevar su propio registro civil! Debería darles vergüenza…