Una de las mejores respuestas a las incesantes y desconsideradas diatribas de funcionarios haitianos contra los dominicanos fue la declaración del presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez.

Tras conocerse que el primer ministro Evans Paul rehusó disculparse porque considera que la República Dominicana es “el verdugo de los haitianos”, Martínez dijo: “El verdadero verdugo del pueblo haitiano es su propio Estado que no ha garantizado identidad, higiene, ecología ni estabilidad a ese país”.

Contrastó el caducado gobierno de Haití con el dominicano, resaltando el apoyo popular, el respeto a las leyes y la política responsable de migración. Dijo:

“La República Dominicana lo que pide es respeto, al igual que como nosotros los respetamos a ellos. Que hagan lo que ellos entiendan, que retiren su delegación diplomática, esa es su decisión, esa es su soberanía.

Quien crea que esto es un desierto o una selva, se equivocó y tendrá que salir de nuestro país”. ¡Cuántos disparates hay que aguantarles a esos bandiditos haitianos!