Bloomberg News.-El primer ministro David Cameron obtuvo ayer la última de una serie de buenas noticias económicas para Gran Bretaña cuando los datos indicaron que en el primer semestre del año hubo por primera vez desde 2011 dos trimestres consecutivos de crecimiento.
A menos de dos años de las elecciones de mayo de 2015, los conservadores de Cameron y sus socios de coalición demócratas liberales comienzan ahora a hacer más que limitarse a defender su programa de austeridad, al que los opositores laboristas responsabilizaban de llevar la economía a la recesión, y proclaman el éxito de sus políticas.
Las encuestas de opinión sugieren que los conservadores empiezan a reducir la ventaja laborista entre los votantes.
Una revisión de los datos de crecimiento significó el mes pasado que la doble recesión que se había informado antes en realidad nunca fue tal.
La estimación inicial de ayer del producto interno bruto para el segundo trimestre indicó una expansión de 0,6 por ciento con crecimiento de todos los sectores de la economía.
Los rendimientos de los gilts a 10 años están por debajo de su nivel más alto de hace un mes y alrededor de un punto porcentual por encima de los niveles más bajos, lo que permite a Cameron afirmar que sigue contando con el apoyo de los inversores.
La diferencia de rendimiento con los bunds alemanes de referencia declinó respecto de hace una semana.
Howard Archer, economista jefe para Gran Bretaña de IHS Global Insight, calificó los datos de verdadero espaldarazo para el ministro de Hacienda, George Osborne.
Si el crecimiento se acelera hasta 2013-2014, eso reforzará más la posición de Osborne y aumentará las posibilidades de reelección del Partido Conservador, dijo.
Sin duda Gran Bretaña tiene aún mucho camino por recorrer.
La respuesta del gobierno es culpar al legado de déficit presupuestario récord que recibió del laborismo cuando asumió en 2010 y hacer hincapié en las dificultades que hay por delante.
Nuestra economía se recupera, pero se trata de una recuperación que no podemos dar por sentada, escribió Osborne en la edición de ayer del diario Times de Londres.
