Santo Domingo.-Además de representar una fuente ecoturística de gran potencial para quienes gustan de las aventuras y una sana diversión, visitar los distintos humedales con que cuenta la República Dominicana es una forma de conocer las riquezas que ofrece cada uno de estos paisajes.

Esas superficies de aguas artificiales, estancadas o naturales, dulce  o salobre, que cuentan con una exótica biodiversidad entre las que figuran plantas acuáticas como los mangles que están a su alrededor y dentro de la fauna flamencos, cocodrilos, iguanas y tortugas marinas, permiten un deleite muy particular, ya sea recorriéndolo a pie o en bote.

Lugares de humedad

Aunque en el país existen alrededor de 700 lugares de humedad preponderante, entre los que figuran el lago Enriquillo y las lagunas Cabral y de Oviedo, reconocidas internacionalmente, hay un circuito de 32, algunos bien cerca de la ciudad que vale la pena conocer, como son los humedales de Nigua, en Haina, y del Ozama, en el municipio Este.

A propósito de celebrarse el pasado día dos   el Día Internacional de los Humedales, Gloria Santana Zorrilla, encargada del Departamento de Vida Silvestre del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, pondera los aportes de estos ecosistemas.

“Estas áreas son de gran interés internacional porque cuentan con especies amenazadas o en peligro de extinción, endémicas o nativas: son fuentes de agua y gran potencial ecoturístico.

Por ejemplo, los manglares son uno de los ecosistemas más productivos para el ser humano, porque allí se desarrollan crustáceos y peces, retienen las erosiones del suelo y controlan las inundaciones”, detalló Santana Zorrilla.

 Santana dijo que sometieron el Bajo Yuna a la Convención Ramsar, que rige los humedales a nivel internacional, para su reconocimiento internacional.