Arrancan comicios en Nicaragua que se prevé afiancen el poder de Daniel Ortega

Arrancan comicios en Nicaragua que se prevé afiancen el poder de Daniel Ortega

Arrancan comicios en Nicaragua que se prevé afiancen el poder de Daniel Ortega

Nicaraguan presidential candidate Maximino Rodriguez votes at a polling station in Sebaco, Matagalpa some 100km from Managua during the presidential election on November 6, 2016. Nicaraguans began voting on Sunday in presidential and legislative elections seen likely to deliver another new term to President Daniel Ortega, this time with his wife as vice president. / AFP / INTI OCON

MANAGUA.— Desde las siete de la mañana los nicaragüenses votaban en unas elecciones en las que el presidente Daniel Ortega aspira a su tercera reelección consecutiva, sin contrincantes que le puedan hacer sombra y en un proceso cuestionado por la oposición.

“Me gusta votar temprano, porque luego tengo que hacer otras cosas en el día y luego esperar los resultados”, dijo en Managua Leonor Martínez, una costurera de 45 años. Un total de 3,8 millones de votantes están llamados a sufragar.

Deberán elegir no solo al presidente sino también a 92 diputados nacionales y 20 representantes del Parlamento Centroamericano.

Ortega, ex comandante guerrillero a punto de cumplir 71 años y líder del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), busca consolidar su poder junto a su influyente y poderosa compañera de vida y de gobierno, Rosario Murillo, ahora aspirante a la vicepresidencia. Además de Ortega, hay otros cinco candidatos a la presidencia pero son políticos desconocidos para la gran mayoría de la población, a los que las encuestas no les dan ninguna opción y que no son considerados opositores reales sino aliados del actual gobernante.

Según el analista político Carlos Tünnmermann, habrían aceptado participar en la contienda a cambio de obtener ciertas cuotas de poder en la Asamblea Nacional.

Han generado preocupación dentro y fuera del país los movimientos llevados a cabo en los últimos meses por el oficialismo para debilitar a los partidos opositores mediante argucias legales muy criticadas por ciertos sectores.

Los sectores duros de oposición fueron excluidos del proceso electoral.

Colectivos civiles como el Frente Amplio por la Democracia y Ciudadanos por la Libertad han llamado al boicot electoral a través de las redes sociales y las autoridades estadounidenses instaron al gobierno de Managua a poner en marcha “medidas efectivas para realizar elecciones libres, justas y transparentes” que eviten que Washington promueva una iniciativa que ya tiene lista para que las instituciones internacionales no den préstamos a Nicaragua.

Otro motivo de preocupación es la falta de misiones independientes que presencien la contienda electoral.

En junio, el presidente llegó a tachar de “sinvergüenzas” a los observadores internacionales de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos, pero finalmente una delegación de ésta última entidad ha llegado al país aunque, según la explicación oficial, su misión no será “observar” los comicios sino reunirse con quienes sirvan de acompañantes del proceso, todos funcionarios de gobiernos afines al FSLN.

Daniel Ortega llegó por primera vez a la presidencia en 1979 tras una cruenta guerra civil que acabó derrotando la dictadura de Anastasio Somoza.

Gobernó hasta 1990, cuando perdió las elecciones, pero regresó al poder en 2007. Desde entonces ha sido reelegido en dos ocasiones y pero si se mantiene en el poder, este nuevo mandato no será sencillo, auguran los analistas.

Según el sociólogo y economista Oscar René Vargas, catedrático de la Universidad Centroamericana, la falta de cooperación de Venezuela —un socio incondicional junto a Cuba pero que vive una gran crisis—, el alto precio del petróleo y la posibilidad de que salga adelanta la iniciativa estadounidense para bloquear créditos a Nicaragua, “hacen un panorama más que complejo para Ortega en el próximo período”.



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