En tres años haitianos producen 437 mil sacos de carbón en el país

En tres años haitianos producen 437 mil sacos de carbón en el país

En tres años haitianos producen 437 mil sacos de carbón en el país

Santo Domingo.-La mano depredadora no se ha conformado con extinguir a nivel nacional nuestros ríos, arroyos y cañadas con la extracción indiscriminada de materiales de sus cauces, sino que ahora dirigen sus hachas y machetes a nuestros árboles, que son derribados por inmigrantes haitianos en complicidad con dominicanos, para producir carbón vegeral.

De acuerdo con un informe dado a conocer por el Programa de las Nacionales Unidas para el Medio Ambiente, desde el año 2013 a la fecha los depredadores han talado una inmensa cantidad de árboles de diferentes especies, con los que han producido unos 436 mil 800 sacos de carbón.

El informe califica la tala de árboles en nuestro país como grave, al extremo de que semanalmente los haitianos cortan árboles en nuestras comunidades fronterizas con los que producen 2,800 sacos de carbón que son transportados clandestinamente hacia Haití, donde en el vecino país los emplean como combustible.

Estima el informe del Pnuma que en esta acción depredadora intervienen más de cien mil haitianos, de los cuales una parte se dedican a la elaboración de los hornos, otros al corte de los árboles, y otro numeroso grupo a empacarlo en los sacos y transportarlos hacia el vecino país.

También en el informe se habla de que esta labor de talar árboles y producir carbón no solo es ejecutada por los haitianos, sino que estos actúan en complicidad con dominicanos, incluidos hasta guardaparques y militares que no identifican.

Lugares de tala

De su parte, el procurador de Medio Ambiente en la provincia Independencia, Roberto Díaz Nova, advirtió que de no frenarse esta situación a tiempo, para evitar que los haitianos deforesten las montañas de Jimaní de plantas endémicas, como el cacheo, baitoa, baracco, memiso, cambrón, caimito, mango, bayahonda y pinos, estos corren peligro de extinción.

Los hornos se construyen en las comunidades Boca de Cachón, Las Lajas, Tierra Nueva, Puerto Escondido y Bahoruco.

Sostiene Díaz Nova que la producción de carbón en la frontera está generando una rápida degradación medio ambiental, con una alarmante reducción de la superficie forestal y la consiguiente pérdida de la capa vegetal superficial de los suelos, lo que a su vez causa erosión y agotamiento de los nutrientes, compactación del suelo y sequía de los cursos de agua y expansión de los lechos de los ríos. Haití prácticamente se ha convertido en un desierto en medio de la abundante vegetación dominicana.

Fundación Flora y Fauna

En cambio, el presidente de la Fundación Flora y Fauna sin Fronteras, Manuel Cruz Estévez, dijo que los mayores daños de la tala de árboles que llevan a cabo los haitianos en complicidad con algunos dominicanos se siente más en Montecristi, Dajabón y Jimaní.

Señaló, que “las zonas más afectadas por esta destructora práctica depredadora son las desembocadura del río Masacre, en la bahía de Manzanillo, y parte de las zonas boscosas de la laguna que conforman el Parque Nacional de Montecristi, a todo lo largo de la carretera Montecristi-Da jabón, y que enlazan a las comunidades rurales de El Coco, Los Pinos, Loma de Cabrera, Santiago de la Cruz, Cambronal, Capotillo y el Tamarindo.

Cruz Estévez afirmó que los haitianos cruzan en grupos desde las comunidades Fort Liberté, Ferrie, Limonade y Perches y se internan en las zonas boscosas dominicanas a cortar árboles, lo que aprovechó para formular un llamado a las autoridades de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza para que contribuyan a proteger los bosques de la zona y evitar el tráfico de carbón.

De su parte, efectivos del Ejército de República Dominicana en las últimas semanas han destruido decenas de hornos fabricados por los haitianos para hacer cabón y han confiscado miles de sacos conteniendo el producto vegetal.

Talas anteriores

En los primeros meses de 1998 en Constanza se talaron cientos de pinos en las montañas de ese municipio porque alegadamente una especie de “grillo” ponía en peligro esa especie en la zona.

Los pinos afectados y cortados fueron retirados del lugar en decenas de patanas, pero nunca se supo el destino que les dieron a los mismos.

Hace unos meses en Jarabacoa se produjo otra tala similar y también decenas de camiones cargados de rolos de pinos fueron vistos transportando la madera a lugares desconocidos.

Aunque en menor grado, también los propietarios de fincas desmontan o cortan grandes extensiones de terrenos sembradas de árboles de diferentes especies, para las áreas deforestadas sembrarlas de yerbas para la crianza de reses.



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