Al propalar que haitianos en Springfield están comiéndose perros y gatos de sus vecinos, Trump no es sólo torpe y narcisista, sino inmoral (y simplemente genial) al azuzar sin escrúpulos los temores de votantes brutos ante inmigrantes pobres, incluyendo -admitámoslo- los dominicanos. Los chinos comen murciélagos y ratas, los finos franceses babosas, los vietnamitas perros, […]