Lo que las pantallas le robaron a nuestros hijos

Lo que las pantallas le robaron a nuestros hijos

Lo que las pantallas le robaron a nuestros hijos

Santo Domingo.-Cuando éramos felices y no lo sabíamos, cómo olvidar el final del siglo pasado y el principio de este, cuánto ha cambiado la forma en que los infantes se divertían con juegos tradicionales que lo llevaban a la creatividad y a desarrollar físicamente sus cuerpos.

Hoy esos juegos tradicionales solo quedan en el recuerdo de aquellos que tuvieron la oportunidad de vivirlo y en algunas fotografías borrosas o a blanco y negro, aunque en algunos lugares remotos pueda que podamos encontrar algún retoño de esos tiempos.

En un campo de la provincia de Monte Plata, específicamente en el Mamey, perteneciente al Distrito Municipal de Boyá , por mencionar un lugar, los atardeceres se vestían de júbilo al juntarse los muchachos en los patios de las casas a jugar beisbol o la plaquita, que en muchas ocasiones se hacía con una pelota artesanal, hecha con una media de vestir.

La plaquita

La plaquita es un tradicional juego nuestro. Este tradicional juego dominicano se juega con dos equipos, de dos jugadores, y un equipo tiene los bates. También hay dos placas (que son chapas de vehículo; también se puede utilizar latas), y cada una está puesta en el suelo distanciada de la otra; cerca de cada placa, se dibuja un círculo en el suelo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un jugador del equipo que no batea tiene la pelota, y la tira desde una placa a la otra para derrumbarla; un bateador defiende esa placa con su bate, y si le pega a la pelota, él y su equipo (quienes están cerca de la otra placa) pueden correr entre las placas para ganar puntos.

Si el equipo que no batea tumba una placa con la pelota antes que el bateador pueda poner su bate en el círculo cerca de la placa (run out), entonces el equipo cambia de lugar.

El loco paralizado

Este juego consiste en que un jugador es el loco y los otros jugadores salen corriendo, el jugador que es loco tratará de tocar a uno de los otros, y al momento de hacerlo este queda paralizado hasta que alguno de su mismo equipo lo toque y deje de ser paralizado; el jugador que es tocado tres veces para a ser el loco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Trúcamelo

En el trúcamelo, se dibujan en el asfalto los números del 1 al 10. Los jugadores deben saltar en un pie por toda la rayuela y en ocasiones se utilizan los dos pies, se inicia tirando un “Chato” en el primer cuadro y si llega al último número sin perder, puedes dibujar una “Corona” que será un especio tuyo, pues los contrarios no lo podrán pisar durante el juego.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dentro de todos esos juegos que recordamos con nostalgia están aquellos que se expresaban en forma de canciones, que aunque en ocasiones desconocíamos los significados de algunas palabras, éramos felices cantándola y actuando, como es el caso de ¡Matarile-rile-rile!

Aquí se situaban dos filas, una frente a la otra, cuyos componentes eran denominados “pajes” que eran solicitados por ambas partidas.

El juego se iniciaba con el avance de una fila hacia la otra cantando de esta manera…

Ambosador, matarile rile rile,
Ambosador, matarile rile ron.

¿Qué quiere usted? matarile rile rile,
¿Qué quiere usted? matarile rile ron.

Yo quiero un paje, matarile rile rile,
Yo quiero un paje, matarile rile ron.

¿Qué paje quiere usted? matarile rile rile,
¿Qué paje quiere usted? matarile rile ron.

Yo quiero a [nombre], matarile rile rile,
Yo quiero a [nombre], matarile rile ron.

¿Qué nombre le pondremos? matarile rile rile,
¿Qué nombre le pondremos? matarile rile ron.

Le pondremos la cocinera, matarile rile rile,
Le pondremos la cocinera, matarile rile ron.

Ese nombre no conviene, matarile rile rile,
Ese nombre no conviene, matarile rile ron.

Le pondremos la doctora, matarile rile rile,
Le pondremos la doctora, matarile rile ron.

Ese nombre sí conviene, matarile rile rile,
Ese nombre sí conviene, matarile rile ron.

Vengo en busca de mi paje, matarile rile rile,
Vengo en busca de mi paje, matarile rile ron.

Aquí tiene su paje, matarile rile rile,
Aquí tiene su paje, matarile rile ron.

Este juego ha terminado, matarile rile rile,
Este juego ha terminado, matarile rile ron.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cero Mata Cero

Y cómo olvidar el juego “Cero Mata Cero” si era uno de los juegos que hacían los recreos más divertidos y entretenidos en las escuelas.

Cero mata cero consistía en que un adolescente se ponía las manos en las rodillas y la espalda lo más plana posible, mientras que los demás integrantes trataban de saltar sobre él apoyando ambas manos en su espalda, y sin tocarlo con otra parte del cuerpo.

Luego con cada número que se mencionaba se decía una frase que rimaba con el número que se mencionaba y se realiza una acción contra el adolescente que estaba con las manos en las rodillas.

Dentro de los juegos infantiles tradicionales hay otros en que el niño desarrollaba la creatividad para jugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1-) El pito

Este juego consistía en tomar una penca de una rama de coco, cortar una pequeña parte, luego doblarla en dos y enrollar la otra parte de la penca hasta obtener un pito, el cual podía ponerlo más grande añadiendo más penca.

2-) El Fufú

El juego consiste en envolver el hilo entre los dedos para luego soltarlo a la vez que se impulsa con ambas manos, alejándolas y acercándolas, de manera que el fufú gire a una gran velocidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3-) El Trompo

Tradicionalmente el trompo posee forma cónica y son macizos, sin embargo, se pueden encontrar diversas características según la región. Pese a las particularidades existentes, lo

esencial en el diseño del trompo es que su forma sea la adecuada para propiciar el efecto giroscópico.

Se fabrica de madera y se baila con una cuerda o hilo de cáñamo que se conoce popularmente en República Dominicana como gangorra.

 

4-) Chichigua o Cometa

Nuestra “chichigua” se conoce como “artificio volador utilizado como entretenimiento que consta de una superficie de papel, tela u otro material liviano montada sobre una armazón sólida de caña y sujetada a un hilo por la parte inferior”.

La misma alcanza una altura sorprendente, si es elaborada con los estándares de calidad que requiere, mayormente se vuela en verano, cuando hay mucho viento.



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