La zona silenciosa de EE.UU: La región donde los celulares están prohibidos

La zona silenciosa de EE.UU: La región donde los celulares están prohibidos

La zona silenciosa de EE.UU: La región donde los celulares están prohibidos

Cualquiera que maneje hacia el oeste desde Washington, la capital de Estados Unidos, podrá encontrarse de un momento a otro en una extensa zona donde la señal del celular –y la radio- no funcionan.

¿Por qué y por cuántos kilómetros habrá silencio?

Esta parte del territorio –que abarca unos 34.000 kilómetros cuadrados- es conocida como la Zona Silenciosa de EE.UU.

Mientras avanzamos hacia las montañas Allegheny, ubicadas a unos 300 kilómetros de Washington DC, la radio del carro comienza a hacer ruidos y se disuelve en una estática constante y, al intentar llamar con mi celular, la señal desaparece.

Frente a nosotros aparece el paisaje frondoso del estado de West Virgina (Virginia Occidental), que también es el lugar donde está instalado el objeto móvil más grande del planeta: el telescopio Robert C. Byrd Green Bank, que es más alto que la Estatua de la Libertad.

Zonas de celular
En la Zona del Silencio están prohibidos los microondas. Solo está autorizado el que utilizan en el observatorio.

Y para que funcione adecuadamente, necesita paz y tranquilidad eléctrica.

Así, la Zona Silenciosa fue establecida en 1958, cuando el gobierno declaró este territorio libre de interferencias electromagnéticas.

El telescopio tiene una alta sensibilidad y puede detectar ondas radiales emitidas microsegundos después del nacimiento del Universo.

Pero cuando una señal ha viajado desde tan lejos y durante tanto tiempo, cualquier cosa puede interferirla.

«Este telescopio tiene la sensibilidad equivalente a un billón de billones de un watt, la misma energía que desprende un copo de nieve cuando cae en el suelo», le dijo a la BBC Mike Holstine, una de las coordinadoras del Robert C. Byrd Green Bank.

«Cualquier cosa fabricada por el hombre puede alterar una señal así», añadió.

Una vida distinta

Y por supuesto, la vida de los residentes en la Zona Silenciosa –sin celulares y sin radios- es diferente a la del resto de sus compatriotas.

Porque no solo es vivir sin celulares o sin radios, también significa prescindir de hornos microondas, radios para monitorear a los bebés o timbres digitales.

«Cualquier aparato eléctrico puede causar una interferencia», explicó Chuck Niday, uno de los patrulleros del condado de Pocahontas, encargado de vigilar que no se presenten interferencias de radio en la región.

«Hay un aparato que causa algunos problemas y son las aspiradoras, porque su motor genera muchas chispas», añadió.

Por eso, si una persona es sorprendida aspirando aquí, se le puede sugerir de la forma más respetuosa posible que deje de hacerlo.

«Nosotros no tenemos una fuerza de control. De eso se encarga una agencia federal denominada la Comisión de Comunicaciones. Lo único que puede hacerse es pedirles que apaguen el dispositivo que está causando la interferencia y en el 99% de los casos, lo apagan», explicó Niday.

Alguna vez, personal del observatorio compró a un granjero de la zona un calentador para su perrera, porque el viejo estaba filtrando una ondas radiales poco bienvenidas.



Noticias Relacionadas