Es el trastorno sexual más frecuente en el hombre, afecta entre un 25 y un 40% de ellos. Es un trastorno de la fase de orgasmo masculino.
Aparece una falta de control del reflejo eyaculatorio.
La gran mayoría de los hombres, en algún momento presentan aunque sea un evento de eyaculación precoz, lo que causa grandes problemas emocionales tanto al hombre como a su pareja sexual.
En una relación sexual normal, el hombre comienza a excitarse, el pene se erecta, se va produciendo un aumento progresivo de esta excitación hasta llegar a la fase de meseta, que es una fase en que se ha alcanzado el mayor grado de excitación y se mantiene hasta que el hombre decide voluntariamente eyacular.
El eyaculador precoz es incapaz de mantenerse en esta fase de meseta, se excita rápidamente e involuntariamente eyacula.
Eyaculación precoz primaria es cuando el hombre nunca ha controlado la eyaculación y secundaria, cuando el hombre ha tenido un tiempo normal de su vida sexual activa y luego aparece el trastorno.
Las causas son múltiples. Puede provocarla problemas orgánicos, como son infecciones de la uretra o la próstata, enfermedades de los vasos sanguíneos, trastornos neurológicos, desequilibrios hormonales, trastornos psiquiátricos, alcoholismo, medicamentos (usados para la hipertensión arterial, antidepresivos, antigripales, algunos estimulantes sexuales) y otras disfunciones sexuales.
Las causas psicológicas y ambientales son las que con mayor frecuencia producen la eyaculación precoz: estrés, la ansiedad, baja autoestima, miedo al fracaso, culpa y represión sexual.
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