Cuando tenemos un diente cariado o alguna otra patología que nos provoca un fuerte dolor dental, nos desesperamos frente a tal dolor. Los dolores dentales regularmente se irradian, sentimos que nos duele parte del rostro, el oído y la cabeza. Es por esto que tendemos a tomar todo tipo de medicamentos en busca de inhibir el fuerte dolor.

No es correcto tomar medicamentos sin la prescripción de un profesional de la salud. Lo ideal es visitar al odontólogo en el menor tiempo posible para que este pueda establecer un diagnóstico y llevar a cabo un tratamiento de alivio del dolor y curación de la enfermedad.

Si se diera el caso de que durante unos días usted no pueda visitar al dentista y debe postergar la cita, tome analgésicos antiinflamatorios para calmar el dolor hasta que logre la visita al consultorio dental.

La aspirina, el ibuprofeno, ketorolaco, diclofenado potásico, ketoprofeno y paracetamol o acetaminofén en caso de ser alérgico a la aspirina y otros AINES, son medicamentos que le ayudarán a calmar la dolencia.

Si el dolor desaparece luego de unos días bajo dicha medicación no es un indicativo de que ha sanado la enfermedad, de todas maneras debe visitar a su odontólogo.

En infecciones se debe evitar a toda costa la ingesta de antibióticos sin receta médica, lo recomendable es asistir al odontólogo dejando de lado cualquier otro compromiso, ya que el profesional al dar con un diagnóstico le indicará el antibiótico correcto, con la dosis ideal y durante los días necesarios.

Cuando usted se automedica no está logrando una curación, simplemente estará callando la situación durante unos días pero la enfermedad seguirá avanzando. Las caries e infecciones dentales no se curan únicamente con medicamentos, ayudan en el proceso pero no son la solución.

Dios le bendiga abundantemente.

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