SANTO DOMINGO.- La regulación en el uso de antibióticos ahorraría al país cientos de millones de pesos al año y contribuiría a frenar el abuso de dichos fármacos en una población expuesta a padecer efectos secundarios que van desde una simple diarrea hasta “superinfecciones” que podrían provocar la muerte.

 De acuerdo al  doctor Miguel Ureña, subdirector del Programa de Medicamentos Esenciales (Prinese/CAL), “erradicar el abuso en el consumo de antibióticos tendría un gran impacto en la economía”, ya que  podría ahorrar enormes cantidades de dinero al  país.

La recomendación
Ureña explicó que en  las naciones con una dispensación farmacéutica organizada, los antibióticos    no tienen  venta libre, sino que se expenden bajo receta.

 El especialista en enfermedades infecciosas afirmó que aunque los antibióticos son fármacos que sólo deben ser utilizados cuando se sospecha de infecciones de tipo bacteriano, muchos médicos y la población dada a la automedicación los utilizan de forma indiscriminada, incluso para tratar patologías de origen viral, como la gripe.

Estas informaciones fueron dadas por  Ureña al dictar una teleconferencia dirigida a profesionales de la salud sobre “El uso racional de los antibióticos”, la cual fue transmitida desde la Universidad Católica de Santo Domingo hacia hospitales de las provincias de Santiago y La Vega.

Las tres familias de antibióticos de las que más se abusa en el país son, según investigaciones de Ureña, las quinolonas, en especial la ciprofloxacina; las cefalosporinas, en particular la cefatriaxona; y el grupo de las penicilinas, sobre todo la ampicilina.

Entre los efectos secundarios más comunes ocasionados por el abuso de  estos fármacos, citó el desequilibrio de la flora intestinal, dado que matan los microorganismos llamados a vivir en equilibrio con el ser humano; así como las disfunciones hepáticas: inflamación del hígado y elevación enzimática; además de gastritis, esofagitis y erupciones cutáneas.

Inversión
De los 3,500 millones de pesos invertidos el año pasado en la compra de medicamentos, alrededor del 40%, unos 1,400 millones de pesos,  se utilizó en la adquisición de antibióticos.