La Sierra y el Plan Sierra

La Sierra y el Plan Sierra

La Sierra y el Plan Sierra

José Mármol

Del mismo modo que fray Antón de Montesinos (1475-1540) pronunció, en representación de la comunidad, el histórico sermón de Adviento, el 21 de diciembre de 1511, en La Española, convirtiéndose en la mayor denuncia contra la inhumana explotación y abusos cometidos por los conquistadores y encomenderos españoles contra los indígenas, sentando con ello las bases de lo que luego sería el cristianismo liberador en Latinoamérica, monseñor Roque Adames (1928-2009) publicó en 1975, en el periódico Última Hora, una serie de diecisiete artículos titulada “Pinos y penas”, denunciando la pobreza y deforestación de La Sierra, que había forzado a sus habitantes a la emigración en las décadas de los 60, 70 y 80, así como convertido en enemigos de la naturaleza a los que por razones de subsistencia allí se quedaron.

Adames clamó por la impostergable necesidad de restaurar en La Sierra el ecosistema natural, pero, sin obviar el sociosistema, para poder integrar naturaleza y ser humano hasta hacerlos convivir amigablemente.

Esa visión simbiótica del hombre y la naturaleza, a la que hoy el papa Francisco llama ecología integral, fue la que impulsó en 1979 la creación mediante decreto del Poder Ejecutivo del Plan Sierra como una proeza público-privada, producto de la labor, en el terreno mismo y con su gente, de monseñor Adames y de los empresarios visionarios que formaban parte de la Asociación para el Desarrollo, Inc. (Apedi).

En ese tenor, el historiador y primer ministro de medioambiente del país, Frank Moya Pons, editor del libro “La Sierra” (Amigo del Hogar, 2017), que auspicia la Fundación Popular, Inc., afirma que los bosques promovidos por el Plan Sierra “son la otra cara del paisaje de la región”, porque prosperan fincas forestales de dueños locales, en contraste con las anteriores fincas de yerba sin ganado.

La visión económicamente sostenible de la recuperación de los bosques en La Sierra pasa por hacer comprender a los serranos que las fincas madereras o el recurso silvopastoril de manejo del suelo son rentables. Pero, también la sostenibilidad medioambiental es relevante, porque permite retener las lluvias, preservar la capa boscosa y generar agua limpia.

Este nuevo libro, con el que el Grupo Popular refuerza sus aportes al acervo bibliográfico nacional, constituye un merecido reconocimiento al Plan Sierra y sus casi cuatro décadas de recuperación de suelos y cuencas hídricas, así como de avances científicos y de concienciación y educación de los serranos.

La historia institucional del proyecto es narrada por quienes han fungido como directores ejecutivos, a saber, José de Moya, Inmaculada Adames y Blas Santos. Comprende, además, testimonios de los serranos.

La hermosura del volumen, diseñado por Ninón León de Saleme, conjuga el talento de los experimentados artistas del lente Domingo Batista, Ricardo Briones, Domingo Marte, Herminio Alberti y Leandro Montes, quienes aportaron más de cuatrocientas fotografías del paisaje serrano, su flora y fauna, su gente, sus actividades económicas, sus comunidades.

Tratándose, como en publicaciones institucionales anteriores, de una propuesta multimedia, el libro se acompaña de un documental de una impresionante belleza, producido y dirigido por el cineasta Juan Basanta, que recoge testimonios relevantes de protagonistas, conocidos y anónimos, de la radical transformación que ha experimentado La Sierra, a la que también han aportado los empleados del Grupo Popular con múltiples jornadas de reforestación al año y colaboración técnica durante décadas, que ha permitido crear decenas de bosques en miles de tareas de la zona, como parte de su inversión socialmente responsable y sostenible en el presente y futuro del país.

Además, la página web www.lasierra.com.do demuestra los avances y opciones en ecoturismo con que cuenta La Sierra. Les convido a visitarla.



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