Santo Domingo.-Wellington Payano Peña hoy da gracias a Dios porque solo le quedó la cara un poco quemada al entrar en la casa de su madre, arrasada por el fuego, para salvar la vida de su hija de seis meses de nacida, luego de que un hombre celoso incendió la vivienda de su expareja con ella y sus tres hijos dentro, reduciendo a cenizas ocho hogares más.
El agresor, identificado por los vecinos como Diómedes Ubrí Solís, tenía tres años separado de Ivelisse Adames, y tres órdenes de alejamiento que nunca cumplió, porque golpeaba a su exconcubina cada vez que la hallaba sola en su vivienda.
Ella no quería volver con él porque le tiene miedo y anoche (lunes 31) él fue a su casa y como ella no quiso salir porque estaba muy afligida recordando a un hermano que murió en esta fecha, entonces empezó a golpearla, dijo Oliva Peña Costa, tía del agresor.
Narró, con voz entrecortada y lágrimas en los ojos, cómo el hijo del agresor, de ocho años de edad, le decía a su padre: Papi, no nos mates, no golpees a mi mami.
La Policía Nacional mantiene activa la búsqueda de Ubrí Solís, que según los vecinos huyó hacia Elías Piña, donde reside el resto de sus familiares.
El hecho ocurrió a las cuatro de la madrugada de ayer en el callejón de Payano del sector Los Guandules, en el Distrito Nacional.
El acto criminal dejó a 21 personas sin nada y con las nueve casas que los cobijaban convertidas en escombros, por lo que pidieron ayuda a las autoridades, que hasta el momento no les han dado ningún socorro frente a su situación de angustia. A Ivelisse y a sus tres hijos se los llevó su papá a San Cristóbal, porque ellos son de allá, pero nosotros tendremos que dormir en la casa de algún vecino, dijo Peña Costa.