Quienes creen en el poder de las palabras “declaran” lo que desean y eso les ayuda a mantenerse enfocados en las mismas.

Tras concluir la semana más reflexiva que tienen los dominicanos y otros pueblos cristianos católicos, iniciamos otra con nuevas energías y proyectos.

Para muchos: ser mas comedidos, integrados, participativos en temas que no lo eran. Pasadas unas cuantas semanas todo cae al olvido. Sin embargo, no tiene que ser de esa manera.

Es tiempo de declarar que esta vez será diferente, y que sí podemos lograr mantenernos en el camino emprendido.

Muchas veces la gente tiene el propósito de acercarse más a Dios, a la familia, o los amigos que considera verdaderos. Empiece por llamarlos o escribirles y hábleles de su propósito.

Invítelos a ser parte de ese objetivo, cuénteles cuán importante y por qué. En el caso de Dios, es aun más fácil, porque no tendrá que marcar teléfono, escribir en Facebook. La conexión es directa e instantánea.

Tiene que ver con cada individuo y empieza por querer seguir el ejemplo que Jesús dio en su paso por la tierra.

Declarar algo para nosotros mismos también requiere un plan para mantenernos en el camino.

Escribe en papel esos propósitos que quieres lograr y busca la ayuda que creas necesaria para alcanzarlos.

Verifica que el plan es realizable, pon fechas y objetivos bien definidos, y como los lograrás.

Apégate al plan y si en algún momento notas que algo está fallando, analiza por qué y si debes hacer cambios para llegar a tu propósito.

Cada día, declara que puedes, y verás los frutos. Comparte tus declaraciones y atrae más energía hacia ti y tus proyectos.