El desafío para empezar una nueva vida

El desafío para empezar una nueva vida

El desafío para empezar una nueva vida

Santo Domingo.Ricardo Angomás Rodríguez forma parte de los tantos internos que están en libertad condicional. Él, al igual que muchos, tomó la decisión de aprovechar la oportunidad que necesita un individuo para reformarse, a pesar de las adversidades por las que atraviesan.

El 15 de febrero de este año, Angomás se graduó de licenciado en Derecho en la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa). Aún estaba recluido en el Centro de Corrección y Rehabilitación Abierto Haras Nacionales, único modelo abierto para hombres.

Fue condenado por homicidio involuntario a 15 años, y luego le rebajaron la pena a ocho años, de los cuales llevaba seis años y cinco meses.

Su historia tras las rejas

En un viaje que Angomás realizó a Elías Piña, en noviembre de 2007, en compañía de su cuñado, éste se encontró un pleito con tres individuos armados, quienes los agredieron a tiros.

Al ver la situación y a sabiendas de que su cuñado portaba un arma, decidió tomarla y dispararles para defenderse de los supuestos agresores.

El resultado fue uno de ellos alcanzado por una bala que posteriormente acabó con su vida. Cuando le leyeron su sentencia dijo sentirse conforme y tranquilo, “a pesar de que una vida no se paga con ninguna sentencia”. A tan solo un mes de haber alcanzado su título de licenciado de Derecho, a Angomás le fue otorgada la libertad condicional por el Juez de la Ejecución de la Pena de la provincia Santo Domingo, aunque en ocasiones anteriores y por cuestiones administrativas se la habían rechazado.

Cuando abandonó el centro donde estaba recluido se pasó un mes completo donde su madre, Edia María Rodríguez, quien reside en el sector Invivienda. Él vive con ella actualmente.

“Sentí la gracia de que iba ser liberado. Cuando me otorgaron la libertad condicional me pasé un mes completo con mi madre. Ella fue una doña siempre feliz y yo fui el motivo de verse siempre enferma y de algún modo le quité la felicidad. Pero retornó a ella”, cuenta Angomás.

“Una oportunidad laboral”

Con cinco meses libre, ya había empezado a buscar un empleo, que le llegó de la mano de una señora de origen extranjero, quien lo vio hacer una ponencia en la universidad donde estudió. Esa mujer, cuenta, escuchó su historia y se sintió impresionada.

Narra que ella, sin ofrecer su nombre, se puso en contacto con otros empresarios, quienes lo localizaron a través de la Coordinadora del Modelo Penitenciario, y así lograron conversar con él, preguntándole cómo lo podían ayudar.

Los empresarios anónimos decidieron emprender un negocio al que llamaron Exportadora-importadora San Fermín, el cual está ubicado en la calle Circunvalación número 14, en el sector Buenaventura, en El Almirante.

En la microempresa Angomás funge como encargado. Devenga un salario de 20 mil pesos, más comisión. Pero mientras este pequeño negocio se fortalece, él también ejerce su profesión, debido a que fue quien constituyó legalmente la empresa.

Libertad condicional

“La vida afuera se ve un poquito dura”, dice. Casi siempre, los privados de libertad hacen planes, pero algunos no se materializan. “Porque tú haces un plan en razón de lo que era o de lo que es.

Y es un fracaso total, porque lo que eres ahí adentro no lo puedes ejercer afuera, y lo que eras antes puede estar totalmente transformado”, precisó.

La libertad condicional es otorgada por el Juez de la Ejecución de la Pena, quien además establece las normas que deberá seguir el interno luego de que se la otorguen.

En el caso de Ricardo Angomás Rodríguez, el juez dispuso que participe una vez al mes en las actividades religiosas de la Pastoral Penitenciaria.

El segundo requisito es firmar un libro en la Defensa Civil, del que dice se autoasignó una fecha. Es así como los 26 de cada mes va y firma este libro. Y la última exigencia es firmar ante el juez. Es decir, en el libro de libertad condicional, todos los días 21 de cada mes.

Amgomás narra, sin ser jactancioso, que se ha ganado la confianza del sistema, de tal modo que las autoridades decidieron no darle un seguimiento personalizado, sino más bien una tutoría indirecta. Esto así, porque asegura que cumple cabalmente lo dispuesto por el juez.

Sin embargo, hay otros que requieren un acompañamiento más directo para que cumplan con lo estipulado por el juez, “eso a mí me consta”, añadió.

“El sistema ofrece la oportunidad, y si alguna debilidad existe está precisamente en el privado de libertad, que no asimila o no acepta esa oportunidad que le dan”, apuntó. Y añadió que: “ellos (el sistema penitenciario) ofrecen la oportunidad que necesita el individuo para ser reformado”.

El medio libre

Frania Navarro Liranzo, coordinadora nacional del Medio Libre, de la Procuraduría General de la República, dentro del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, explica que trabajan con todas las personas en conflicto con la ley.

En el caso específico del que está en libertad condicional, sostiene Navarro, el trabajo de la Subsoordinación Nacional del Medio Libre tiene dos vertientes, la primera es cumplir el mandato del Juez de Ejecución de la Pena.

“Nosotros, simplemente supervisamos las medidas impuestas por la autoridad judicial competente, en este caso, el Juez de Ejecución de la Pena del departamento judicial donde le competa”, dijo Navarro Liranzo.

Las estadísticas dentro de las diferentes modalidades de libertad indican que tienen 2 mil 78 internos e internas, de los cuales a 490 se les ha variado la pena; 983 están bajo libertad condicional y 603 tienen la pena cumplida.



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