La ineptitud por sí misma no es la principal causa de la flojera de la oposición política dominicana, como he venido comentando.

Está además –y por encima de la torpeza de PRM— el desempeño del gobierno, que pese a todos sus defectos y lacras continúa concitando reconocimientos dentro y fuera del país.

Por ejemplo, la calificadora de riesgos Fitch acaba de mejorar la perspectiva de República Dominicana, otorgándole “BB-” como “estable”, citando “el fuerte y continuo crecimiento económico del país, el aumento del ingreso per cápita, la reducción de vulnerabilidades externas y la restricción fiscal durante el ciclo electoral” recién pasado.

Esta excelencia sin embargo pudiera ser aún mayor si el gobierno y el PLD tuvieran como adversarios a políticos capaces de entender la necesidad de desempeñar una función fiscalizadora y crítica de manera honesta e inteligente, no en base a triquiñuelas y buscando favores oficiales para mediatizar sus posiciones.

Al gobierno le critican dizque andar comprando opositores pero, ¿qué puede adquirirse con dinero que no esté en el mercado? ¡Fariseos!