El contundente y esperado triunfo del reelecto presidente Medina viene acompañado de valiosas lecciones sobre cómo ha ido evolucionando la política criolla y cómo al mismo tiempo ciertas lacras no se curan.

¿Llegará el día en que quienes pierden muestren un civismo y madurez a la altura de los votantes?

La amplia derrota del alcalde Roberto Salcedo apunta no sólo a su desgaste tras 14 años como ejecutivo municipal, sino que los propios peledeístas que cohesionaron para Danilo el mayor porcentaje de votos de la historia electoral dominicana, le sacaron la alfombra partidista de bajo sus pies a Roberto.

Más que la importancia del insólito apoyo de uno de los más ricos dominicanos, la elección de David Collado demostró que sin empatía ni compromiso con las bases es imposible retener un cargo.

Y como corolario: ¿estaría la alcaldía en manos del PRM si el PLD hubiera permitido a sus bases escoger candidatos municipales en vez de imponerlos? Urge promover el saneamiento de nuestra democracia llevando democracia hacia dentro de los partidos.