Cultivo de uvas, una tradición de cientos de productores en Neiba

Cultivo de uvas, una tradición de cientos de productores en Neiba

Cultivo de uvas, una tradición  de cientos de productores en Neiba

Neiba, Bahoruco.Sentada junto a sus compañeras de trabajo mientras despalillaban (limpiaban) uvas en Colonia Plaza Cacique, donde se procesa anualmente parte de los más de 20 mil quintales de esta fruta que se producen en el país, Sonia Herasme suspira al contar que con su trabajo en los viñedos ha “echado adelante” a su familia.

Herasme forma parte de los 250 incansables productores de la exótica fruta, quienes organizados en 12 asociaciones cada año ponen su empeño para desarrollar y elevar la calidad de la uva criolla.

Las fértiles tierras de este municipio están a unos 200 kilómetros al suroeste de Santo Domingo. “La producción de uva aquí tiene tiempos buenos y tiempos malos, porque cuando el agua se pone escasa la producción baja, pero cuando llueve que los canales se llenan se produce más”, comentó Herasme, quien tiene 30 años dedicada a esa labor.

Plantaciones

Actualmente hay unas 2, 300 tareas de tierras sembradas de vid, siendo la mayoría de la variedad aramont (uvas criollas), aunque se tienen parrales (armazones para sostener la vid) experimentales de otras 32 variedades importadas desde Francia y España.

Dentro de ellas

hay uvas viníferas y de mesas.

Por cada tarea sembrada se cosechan entre 10 y 12 quintales.

“Gracias a Dios y a las tierras que nos ha regalado en el año tenemos dos vendimias (cosechas). La primera es de marzo a junio y la otra a final de año”, resaltó Orlando Medina, presidente del Clúster de la Uva del Valle de Neiba.

Por lo regular, la primera cosecha se vende para ser mercadeada como uva de mesa y la segunda para producir vinos.

En los países europeos donde se cultiva la fruta, las vendimias solo se hacen una vez al año, de ahí que expertos internaciones que han visitado la zona resaltan el potencial que existe en el país para elevar y mejorar la producción local.

“No estamos diciendo que el vino puede salir de una vez como en países que tienen dos mil años de historia vitícola, pero se puede hacer en unos cinco años un producto muy aceptable”, estimó Jerome Delarue, un enólogo francés del Instituto Nacional de Uva que brinda asesoría técnica a los productores.

El experto, mientras se tomaba una copa de jugo de uva producido de forma artesanal, explicó que la provincia Bahoruco posee los suelos y el clima adecuados.

“El clima tropical que hay permite producir durante todo el año.

La misma uva puede cosecharse dos o tres veces al año”, puntualizó.

Derivados

Luego de cosechar las uvas, los productores elaboran vinos, del cual buscan elevar su calidad.

El procesamiento se realiza en una bodega experimental que es administrada por la Dirección General de Desarrollo Fronterizo, pero otros productores también elaboran dicha bebida de manera artesanal.

Los vinos de los municipios de Neiba y Galván son “jóvenes”, y su proceso de fermentación en el mayor de los tiempos dura cuatro meses. Además, se elaboran jugos, pasas y mermeladas, este último producto está avalado por el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) y el Ministerio de Agricultura.

Deivis Díaz, encargada de la fábrica, refirió que para la Navidad, 70 mil canastas de las que distribuye el Plan Social de la Presidencia tendrán una botella de vino local, que es la cantidad que esa institución compra a los productores de Neiba y Galván. “Aquí tenemos capacidad para producir más botellas.

Esperamos que para el próximo año el Gobierno aumente la compra a cien mil botellas”, fue el llamado de Díaz. El vino que tradicionalmente se elabora en dicha bodega es el Cacique Enriquillo (de uvas criollas), sin embargo, se han obtenido muestras de Tempranillo, French Colombard (vino blanco), y Moscato de Hamburgo.

Ruta de la Uva

La Fundación Sur Adelante celebra anualmente en la provincia Bahoruco la Feria de la Uva, un espacio para presentar a los visitantes los resultados del cultivo de la vid criolla: fruta fresca, jugos, vinos, mermeladas, y demás derivados.

Siguiendo la Ruta de la Uva, el público puede visitar las plantaciones tradicionales y experimentales, la bodega de vinos de Plaza Cacique, los establecimientos de producción de mermelada y otros atractivos que posee el sector de la uva dominicana.

Además, en la actividad los productores locales tienen la oportunidad de comercializar sus productos.