Aún esperamos que OEA pida perdón

Aún esperamos que OEA pida perdón

Aún esperamos que OEA pida perdón

Acogemos como un buen gesto el que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, lamentara (a título personal) el que ese organismo validara y apoyara la funesta intervención militar norteamericana en 1965 para evitar el restablecimiento de la constitucionalidad en la República Dominicana.

Sin embargo ese gesto de Almagro en ningún caso representa una retractación o pedido de disculpa por parte de la OEA, organismo que se ha prestado en varios momentos históricos a propiciar o validar el socavamiento de regímenes democráticos de América Latina atendiendo directrices trazadas por los intereses geopolíticos de Estados Unidos.

Para que así sea se requiere una resolución aprobada por la Asamblea General, que es lo que la República Dominicana debe reclamar para tener alguna especie de reparación moral justo cuando se cumplen los 50 años de esa ignominia.

En 1965 el pueblo dominicano respondió con dignidad y coraje a la invasión militar auspiciada y validada por la OEA, pero los anhelos democráticos e institucionalistas fueron sepultados por el peso del poderío militar y la complicidad del organismo que estaba llamado a enfrentar esa acción colonialista.

Hoy el Gobierno dominicano tiene la oportunidad de actuar con esa misma dignidad, partiendo de los métodos y coyunturas actuales, sometiendo ante la Asamblea General de la OEA un proyecto de resolución en esa dirección.

El escenario debe ser la próxima reunión del organismo multilateral programado para celebrarse en territorio dominicano el año próximo.

Aún esperamos que la OEA actúe con dignidad y emita una resolución pidiendo perdón.



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