Dilenia Cruz
Hoy te invito a hacer un alto en tu andar. Serán unos minutos. Te invito a sentarte o recostarte cómodamente mientras respiras lenta y profundamente llevando el aire a tu estómago y sosteniéndolo ahí para luego dejarlo salir con tranquilidad.
Mientras respiras, sumérgete en la superficie donde te encuentras, aquieta tus pensamientos, déjate llevar a ese lugar donde eras feliz, cargad@ de energía, vitalidad, sueños, ilusiones; cuando te sentías dueñ@ de tu vida y tu destino. Quizás estás ahí ahora mismo, quizás fue un tiempo atrás o quizás no lo recuerdas. No importa como lo sientas o como lo veas ahora; observa si lo viviste o no.
Hay personas que no pueden encontrar esos momentos de plenitud interna porque experiencias traumáticas han borrado esos recuerdos.
Sin embargo, los recuerdos pueden ser restaurados si así lo deseas.
Hoy en día, también puedes empezar a crear recursos nuevos, nuevas emociones de plenitud. Puedes volver a llenarte de ti mism@ para ser esa persona que quieres ser.
Cada día, detente un momento para respirar conscientemente mientras lo haces escanea tu cuerpo, reconoce las emociones que experimentas, hazte consciente de los pensamientos y las palabras con que te hablas a tu ‘yo’ interno. Cuando tu cuerpo y tu mente estén relajados podrás también entrar esos anhelos que haz reprimido.
Allí encontrarás esa persona que haz dejado rezagada por las razones que sean y que no vamos a juzgar. Podrás abrazarte otra vez, rescatarla para empezar un nuevo viaje.
No es una tarea fácil o de un solo día; encontrarás tropiezos pero mientras más repitas esta búsqueda más fácil será encontrar las luces que te lleven a tu verdadero centro y desde ahí amarte más y empoderarte. Vivir según tus anhelos será la recompensa.
