El Día 
Aunque la vida me golpee, aunque no todos los amaneceres sean hermosos y se me cierren las puertas, tengo la convicción de mantenerme firme, sin derecho a poner pretextos para levantarme o sonreír.
Y es que la vida es tan simple que debemos aprender a disfrutarla y aprovechar todo lo que se nos presenta en bandeja ante nuestros ojos, pues sin importar la cantidad de problemas que tengamos no debemos permitir que estos se vuelvan un pretexto para no apreciar las oportunidades que tenemos día por día, solo por temor a dar el primer paso.
Bien lo ha escrito Wayne Dyer al decir: Yo creo que el miedo es un virus en la mente que insiste en que tú eres un éxito o un fracaso y pasa de una mente a otra como si fuera un virus.
Debemos siempre tener presente que en la vida no tenemos que hacer nada, pues en la vida elegimos lo que hacemos. Y esa pequeña diferencia entre elegir y tener que hace un gran cambio en nuestros resultados.
Nadie se salva de vivir crisis, tener problemas y sufrir decepciones, la diferencia está en decidir tomar acción, absorber el aprendizaje y distanciarse de lo que puede parecer un sufrimiento interminable.
De nada sirve lamentarnos, pues quien se queda en su papel de víctima, con mil y un pretextos para no hacer nada, nunca llegará a donde quiere estar, porque la vida no es lo que nos sucede, sino lo que hacemos con lo nos sucede.
