“Mi compadre está muy grave y no lo puedo avistar, en miedo a que, si muere, a mí me quiera llevar; váyase en paz, mi compadre, váyase en paz, váyase en paz, mi compadre, váyase en paz”, reza el estribillo en la voz del merenguero dominicano Dionisio Mejía, Guandulito, que forma parte de uno de los merengues típicos más bailados en el país.

También, sirve de reflexión para aquellas personas, especialmente políticos, quienes, ilusionadas por los destellos por una coyuntura particular, procuran alcanzar objetivos de otras galaxias.

Y al final, a quien le toque, solo le quedará escuchar las voces de los triunfadores: “Compadre, váyase en paz”.