Una epidemia sin control

Una epidemia sin control

Una epidemia sin control

Cada día tenemos nuevas estadísticas y cada una supera la anterior en temas tan neurálgicos como los embarazos en adolescentes.

En mayo de este año en la maternidad La Altagracia 23 de cada 100 partos naturales correspondían a niñas que iban desde 12  a los 19 años, mientras que de los partos por cesárea,  28 de cada 100 corresponden a adolescentes.

La pasada semana cuando se celebró el nacimiento simbólico del habitante siete mil millones, que en el país fue la niña Charleny Mota, hija de Rosalba Mota, una madre de apenas 16 años de edad, quien junto a su familia vive en la pobreza casi extrema, fueron puestos de relieve diversos aspectos con las violaciones que estos embarazos representan, pues una relación entre una niña de 15 años y un hombre de 26 tiene que corresponder a ese renglón.  Sin embargo, el Ministerio Público ni la familia toman acciones, eso entre otros aspectos no menos preocupantes.

Este nacimiento que en unos 180 países fue celebrado simbólicamente  por las Naciones Unidas pretende alertar sobre la velocidad en que la humanidad se está reproduciendo, así como las implicaciones que esto tiene para el colectivo, pero en el país también nos dice que ahora somos más y que seguimos de espalda a la problemática que representa.

Según la representante en el país del PNUD, Valerie Julliard, de cada 1000 partos 118 corresponden a adolescentes de 15 a 19 años de edad, lo que quiere decir que no logramos reducir las estadísticas, porque básicamente nos falta educación y conciencia.



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