Una derrota digna

Una derrota digna

Una derrota digna

 La pesista Yuderkis Contreras no pudo avanzar sobre las tablas, pero sí lo hizo ante los ojos del país.

Tras tres intentos fallidos por levantar los 94 kilogramos en los Juegos Olímpicos no logró su avance técnico, pero desde mi óptica se creció como ser humano. De inmediato no hubo justificaciones, no buscó chivos expiatorios y se excusó ante sus entrenadores y, sobre todo, ante la nación.

¡Lágrimas de honor! En Beijing 2008 fue acosada y acusada de un falso resultado en el dopaje, y recuerdo que en una conferencia de prensa lo negó vehementemente, y convenció. ¡Exculpada En Guadalajara 2011 revalidó su oro panamericano imponiendo marca en los 96 kilogramos y los reportes dicen que estaba levantando más de 100 kilos “muerta de risa. ¿Presión?  La ubicación geográfica en la que frecuento me permite ser testigo de que Yuderkis es una trabajadora incansable.

Estaba convencido que daría la batalla, pero no se pudo. En tiempos en los que muchos -atletas o no- valoran poco los conceptos morales, verla llorar me impactó. Bien por el consuelo, al instante, de Luisín y “El Jay”.

No hay forma que Yuderkis aparezca en el medallero de Londres, tampoco recibirá los famosos diez millones (¿?), pero que nadie dude que esta vez se alzó con ¡la medalla de la vergüenza!



El Día

Periódico independiente.

TEMAS