Santiago de Chile.-Los contrastes de Santiago de Chile se despliegan como un caleidoscopio cultural y arquitectónico que combina rascacielos modernos e iglesias coloniales, fusionando el pasado y el presente en una danza eterna que envuelve a sus visitantes.

La majestuosidad de la cordillera de los Andes sirve como telón de fondo para la ciudad, recordándonos constantemente la impresionante naturaleza que la rodea.

Con solo unos pocos días para visitarla, invitados por Aeropuertos Dominicanos (Aerodom), que forma parte de la plataforma aeroportuaria mundial de Vinci Airports, pudimos dedicar un día a explorarla gracias a uno de los tradicionales ‘tours’ en autobús, experiencia envolvente que ofrece una visión panorámica en un recorrido que tuvo explicaciones y mapa turístico.

Encanto bohemio
Las calles adoquinadas del barrio Lastarria son un lienzo donde convergen arte y bohemia, cuyos cafés con encanto y boutiques eclécticas atraen a artistas y amantes de la cultura, creando un ambiente único.

Antes de subir al bus, caminamos por sus calles, en las cuales se percibe la fusión de tradición y vanguardia que define a esta metrópoli y cuentan sus historias de luchas.

Subir a uno de sus autobuses turísticos de dos pisos, con sus cubiertas superiores cerradas, pues estábamos en temporada de frío, brinda la oportunidad de descubrir la diversidad de los paisajes urbanos y culturales de Santiago.

Nuestro grupo subió al autobús en la parada 5, justo frente a su Catedral Metropolitana, e iniciamos un viaje que comprendía 10 paradas que no son mostradas en orden cronológico y nos bajamos en la parada 3 para subir al teleférico que llega a la cumbre del cerro San Cristóbal, que luego puedes bajar en funicular.

Con una altitud de aproximadamente 880 metros, este cerro forma parte de la cordillera de los Andes y se convierte en un mirador privilegiado de la metrópoli.

La panorámica de Santiago es simplemente deslumbrante, un recordatorio de que esta urbe se asienta en un paisaje de contrastes geográficos, cuya franja boscosa, si lo ves desde las alturas, divide a un Santiago moderno y colonial de otro con menos esplendor.

Bandera Bicentenario en la Plaza de la Ciudadanía. lady reyes

Mientras que en el corazón de su centro histórico, la Plaza de Armas cuenta su historia a través de su arquitectura colonial; y la catedral y el Palacio de la Moneda se erigen como guardianes silenciosos de un pasado marcado por la lucha y la resistencia.

Movimiento y energía
Pero Santiago no solo es historia, también es movimiento y energía y, a la distancia, pudimos ver el mercado La Vega Central, una explosión de colores, cuyos sabores no pudimos disfrutar, donde vendedores ofrecen productos frescos y locales.

La modernidad está presente y se manifiesta en el distrito financiero de Providencia, donde rascacielos de vidrio se alzan hacia el cielo, centros comerciales y restaurantes de alta cocina dan testimonio del constante crecimiento económico y cultural que experimenta esta ciudad.

Testigo silente
La Plaza de Armas, con su historia arraigada, emerge como un testigo silente de las luchas que han marcado el devenir del país. Este icónico espacio en el corazón de Santiago, ha sido escenario de eventos trascendentales que han forjado su identidad de nación.

Desde su fundación en 1541 por Pedro de Valdivia, ha visto los cambios políticos, sociales y culturales, presenciando movimientos independentistas, revoluciones y manifestaciones en busca de justicia y equidad. La estatua ecuestre de Valdivia, aunque controvertida, es recordatorio constante de su historia colonial.

En tiempos más recientes, ha sido escenario de protestas y movimientos sociales, como la dictadura militar y las demandas por derechos civiles.

Migración

Periodistas dominicanos en Chile.

19,481 Dominicanos.
El Servicio Nacional de Migraciones (Sermig), en 2021, estimaba esta cantidad de residentes en Chile.

Virgen María

— Brazos extendidos
En la cumbre del cerro San Cristóbal se encuentra la imagen de la Virgen María que se erige como guardiana silente. La estatua, con sus brazos extendidos, ofrece una vista panorámica espectacular de Santiago y alrededores.