El Día 
El 2 de junio de 2010 Armando Galarraga trabajó durante ocho entradas y dos tercios sin permitir que ningún bateador llegara a una de las armoadillas del diamante, estaba lanzando un juego perfecto.
Faltando sólo un out, Jason Donald conectó un rodado y el árbitro Jim Joyce determinó un safe que terminó con el juego perfecto y el juego sin hits.
Miguel Cabrera, el corredor y los jugadores de los Indios de Cleveland mostraron asombro y se mostraron confundidos por el llamado del árbitro, Galarraga sonrió y tuvo que conformarse con la blanqueada.
Jim Joyce pidió disculpas y el joven lanzador las aceptó.
¡Qué ejemplo de humildad mostró Amando Galarraga! ¿Recuerdan el momento oscuro en la carrera de Roberto Alomar? Bueno, Robertito escupió en el rostro al árbitro John Hirschbeck y esto afectó la imagen del segunda base boricua.
La pasada semana el lanzador de los Filis Cole Hamels golpeó intencionalmente al novato Bryce Harper para darle labienvenida a las Grandes Ligas.
¡Ufffs! Hay otros ejemplos, pero quiero tomar sólo estos casos. Ojala que muchos peloteros tomen como ejemplo la humildad que exhibió Armando Galarraga. ¡He dicho!
