Un expediente único, bueno y funcional

Un expediente único, bueno y funcional

Un expediente único, bueno y funcional

Una de las múltiples satisfacciones que brinda el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) a sus usuarios, es la posibilidad de contar con todas sus certificaciones de carreras, cursos y otras acciones formativas a un solo clip, sin importar cuándo, cómo ni dónde lo haya realizado.

Con sólo colocar su número de cédula, la persona observa sus certificaciones académicas y cuenta con la posibilidad de descargarlas.

Ahora, la satisfacción es mayor, porque el proceso de pronto acceso a las certificaciones y confirmaciones de escolaridad y capacitación ya no es exclusivo del órgano rector de la formación técnico profesional, sino que también favorece a los egresados de todo el sistema de educación nacional, desde el nivel medio hasta el nivel superior.

Se trata de una brillante y necesaria plataforma tecnológica, habilitada por los ministerios de Educación (MINERD) y de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT); así como el INFOTEP, que brinda la oportunidad de verificar y descargar constancias sobre la formación académica y técnica profesional de las personas.

Es otro paso de avance del gobierno del presidente Luis Abinader, en el esfuerzo por digitalizar y tecnificar cada vez más la administración pública que durante años ha estado aletargada, a pesar de la indetenible irrupción de las tecnologías en el mundo.

Muchas razones provocan celebrar por lo alto el acceso al Expediente Único Educativo: ahorra tiempo, reduce posibilidades de falsificación, evita trabas por parte de terceros medalaganarios y brinda la facilidad al beneficiario de obtener sus constancias desde cualquier parte del mundo; y en esta última parte, me voy a detener, por el impacto que provoca.

¿Quién no tiene un primo, en Nueva York?, como dice el querido Pochy Familia, en uno de sus popularísimos temas musicales, presentados por la histórica Coco Band.

Pues bien, esos primos, tíos, sobrinos, hijos, hermanos y quienes fueren, estén donde estén, ya no tienen que depender de mandar unos dólares para acá ni pedir a un pariente que “le hagan la diligencia”, para que le manden certificados que requiere para su movilidad académica o laboral en el extranjero. Lo tienen todo a un clip.

Sí, presidente Abinader, usted tiene toda la razón: “Vamos en la dirección correcta, de hacer un sector público mucho más eficiente, mucho más moderno, y menos costoso”.

Antes del acto de lanzamiento del “Expediente Único Educativo”, el mandatario había emitido el primer decreto con su firma digital, en consonancia con los siete (7) ejes verticales y transversales que conforman la Agenda Digital 2030, creada en el año 2021 por él mismo.

Los componentes de la Agenda Digital 2030 están delineados en torno a la Gobernanza y Marco Normativo; Conectividad y Acceso; Gobierno Digital; Educación y Capacidades Digitales; Economía Digital; Ciberseguridad e innovación Tecnológica.

“La transformación digital que estamos promoviendo no sólo va a permitir un mejor acceso a los servicios públicos, sino que también va a contribuir a la creación de empleo, al crecimiento económico y la equidad social por la que trabajamos sin descanso”, expuso al mostrar el primer decreto con firma digital.

Se trató del número 338-23, con el cual el gobernante fusionó los Gabinetes de Innovación y Transformación Digital, para dar origen al Gabinete de Innovación y Desarrollo Digital.

Son muy buenas señales de que el país, aunque con muchas falencias por su muy larga deuda social acumulada, marcha con pasos firmes y decididos hacia un estadio de mayor desarrollo y el impulso de las tecnologías y la innovación, que naturalmente deberían servir para algo más que el ocio y la diversión.

Resta que la sociedad aquilate en su justa dimensión la importancia de estos nuevos instrumentos tecnológicos e innovadores, para la transparencia, la eficacia, el ahorro de tiempo y dinero y la confianza.



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