Santo Domingo.- A propósito de los casos judiciales actuales que envuelven a exfuncionarios y personal de las fuerzas castrenses, intercambiando sobre el deterioro de los valores, la ética y la moral, monseñor Víctor Masalles entiende que “los Coral y los Pulpos de hace diez años quedaron impunes”.
“No es que no habían, lo que pasa es que están con los bolsillos llenos, no hubo régimen de consecuencias y ahora pasan como señores de la sociedad”, destacó el obispo de la Diócesis de Baní al ser preguntado sobre los casos judiciales Antipulpo, Coral y Coral 5G, Operación 13, Medusa, Larva, entre otros.
Dijo que agradece a Dios que ahora sí hay un Ministerio Público que por lo menos está tratando de enfrentar la situación y que lo que debe llamar a escandalizarse es que no se haya hecho eso antes.
“Ese es el problema grave, de que hay millonarios aquí con las manos sucias y ensangrentadas”, enfatizó monseñor Masalles.
Señaló que todos estos casos judiciales que envuelven a exfuncionarios la Iglesia los ve con mucha preocupación y que ciertamente espera que lo que salga a la luz sea real y bien sustentado.
“Con la preocupación de que incluso, no todos los que han ejercido gobierno en diversas instancias han sido demostrativos de qué modelos a seguir, porque aquí se busca más bien la ayuda. Vemos que están las botellas, los amiguismos”, dijo.
Durante su participación en el programa Reseñas, con los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez, monseñor Masalles manifestó que tiene que contemplarse que todo esto viene a ser parte de una ausencia de educación desde los hogares, donde se debe enseñar qué tipos de amigos se debe tener.
“No puedo poner a alguien que aunque sea mi amigo, si yo sé que tiene malas mañas, yo no lo puedo poner en un ministerio… ahí viene lo que se llama la educación en casa sobre quién debe ser mi amigo, qué es lo que me conviene…”, razonó Masalles.
Al proseguir comentando sobre los casos judiciales que cursan en los tribunales del país y que envuelven a exfuncionarios y miembros de las fuerzas castrenses, el obispo de la Diócesis de Baní dijo que no está en contra de que salga a la luz lo que es real, pero que “el problema es que tenemos una debilidad para armar expedientes”.
“Es muy difícil armar un expediente, por eso no estoy seguro de que todos los expedientes armados puedan llegar a feliz término”, expresó Masalles.
Al conversar sobre la situación que vive el mundo en la actualidad, el obispo de la diócesis de Baní precisó que estamos en un tiempo difícil con la pandemia, lo que va a agravar muchísimo los próximos dos años, ya que el sistema de comercio va a crear una dificultad a nivel de precios.
“La economía mundial no se va a restablecer tan rápido como la gente desearía y como uno desearía y eso afecta a la República Dominicana también”, afirmó monseñor Masalles, quien se graduó de licenciado en Economía.
Deterioro de los valores y la familia: un problema serio de RD
Destacó que hay un problema que es mucho más serio todavía y que afecta al país, al referirse a que en República Dominicana se han deteriorado mucho los valores y se dejó pasar la cultura de la impunidad y de la indiferencia.
“Hemos perdido lo que se llama el sentido de la educación ciudadana, esa capacidad de respetarnos los unos a los otros y uno lo ve en el tráfico… Hemos perdido el régimen de consecuencias y el concepto de las indicaciones que nos da el concepto de lo que es la familia, de cuáles son los límites por los cuales uno se debe comportar”, razonó monseñor Masalles.
Dijo que todo eso ha degenerado a que en las calles se ve la delincuencia, los atracos y situaciones donde no hay respeto a la vida de otro a quien nos atrevemos a quitarle la vida en medio de una discusión por un parqueo.
Reiteró que hay un problema muy serio con el núcleo social llamado “familia” en la República Dominicana, al destacar el alto índice de embarazos en adolescentes, lo que dijo, indica que no ha habido un proceso educativo socioafectivo para que esos jóvenes sepan medir las consecuencias de los actos, elementos que dijo, sí son enseñados en otras partes del mundo.
“El proceso de desestabilización de la familia en la República Dominicana es mucho más acentuado que en muchos otros países, no digo que sea el peor del mundo, pero es de los peores”, señaló el obispo de la diócesis de Baní.
El ministerio de la familia como propuesta
Señaló que esa escala de valores, lamentablemente se ha perdido, y que la misma va desde la familia, al apuntar que allí ha habido un deterioro significativo, citando que, por ejemplo, el índice de divorcios ha incrementado.
“Creo que tenemos unos de los índices más altos del mundo, no tengo la cifra de ahora, pero estábamos en un 65 % porque ahora es más raro ver a familias que permanezcan, incluso gente buena, pero que pierden el sentido de familia y se divorcian”, señaló monseñor Masalles.
Añadió que todo eso se deriva en que “hemos dejado de enganchar con el proceso educativo”, ya sea a nivel académico, moral y cívico, lo que deja claro que “no estamos preparados para fundar familias”.
Monseñor Masalles cree que es necesario que se articulen varios sectores en un Ministerio de la Familia como propuesta, con una política transversal que desarrolle ese importante núcleo de la sociedad.
“Yo propugno por un Ministerio de la Familia porque estamos haciendo un esfuerzo a nivel de sociedad por separado: Ministerio de la Mujer, por separado, todo es para empoderar a la mujer frente al hombre. Después viene la juventud, la tercera edad, la niñez”, manifestó.
Citó que por ejemplo en la escala pisa siempre el país sale en los últimos lugares, Ve como un problema el tema académico del país, al señalar que no permiten que el estudiante enganche con el proceso educativo.
Destacó que cuando no se crece en una familia, hay carencias que siempre van a estar, espacio, donde dijo, es que debe inculcarse el saber dar gracias, el pedir disculpas y por favor algo, así como también aprender el valor del perdón.
Hay dos pasos delante de la época de “las pelas”
Sobre el polémico tema de las pelas en la crianza, que figuraba dentro de una propuesta de modificación al Código Penal, monseñor Víctor Masalles señaló que en la actualidad “hay dos pasos delante de la época” en ese aspecto.
“El primer paso es que sacaron a la madre porque tuvo que entrar al ámbito laboral porque hay veces que una familia no se sostiene con un solo sueldo, pero ahora el padre está ausente porque en el divorcio no hay papá… la mamá tiene que trabajar y se queda con la abuela o solo… en Baní hay muchachos que se quedan solos en la casa hasta que la mamá llega del trabajo”, apuntó.
Dijo que en medio de ese contexto, los hijos aprenden “en la calle” porque la estructura educativa que necesita de la referencia papá y mamá ya no está, al agregar que eso sería diferente “si por lo menos papá y mamá trabajaran, pero estuvieran juntos”.
Sobre corregir a los hijos en el hogar dijo que eso dependerá del temperamento y la personalidad, porque hay quienes no necesitan una pela.
“Depende del temperamento, porque no podemos tratar a todo el mundo igual. Cada uno debe tratarse de acuerdo a su necesidad”, manifestó, al recalcar que una “pela innecesaria” es lo más dañino que hay.
Dijo que hay ocasiones en una persona “no olvida una pela” que le educó para el resto de su vida.
Reiteró que hay jóvenes que entran en la dinámica de la disciplina y que son esos los que no necesitan ser corregidos con castigos físicos pero “sin violencia” al añadir que “tiene que ser educación” lo que debe primar en primer orden, salvo el corregido quiera demostrar que pasará los límites.
Recordó que la violencia cuando causa daño sí está en el Código Penal, con lo que está de acuerdo y rechaza que se corrija con castigos físicos y psicológicos que marcarán para toda la vida.
Finalmente, monseñor Víctor Masalles, reiteró su rechazo a que en República Dominicana se dé paso a despenalizar el aborto en tres