La elección de Danilo Medina como presidente y Charlie Mariotti como secretario general del PLD podría significar un renacer para ese vapuleado partido o de lo contrario el inicio de un inexorable declive tal le ocurrió al concluir sus ciclos al PRD y al Reformista.

Quizás no sea exagerado decir que el PLD le debe perder el poder no sólo a la frescura de la esperanza de cambio ofrecida por el PRM y Luis Abinader, sino también porque como buen “spoiler”, Leonel Fernández prefirió derrotar a sus propios compañeros antes que soltar su angurria por un imposible cuarto gobierno.

Y el Penco… También influyó lo mal hecho del PLD, cuyas investigaciones en curso el pueblo espera que concluyan haciéndose Justicia. Mariotti arengó a los peledeístas: “Corrijamos errores evidentes del pasado y seremos otra vez un partido con mucho pueblo.

En este espíritu habrá más partido, habrá presente, habrá futuro y habrá presidente”. Muchos del PLD quieren abrazarse sólo al futuro sin defender los aspectos positivos del gobierno de Medina. Ya veremos…