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Siete hábitos simples que un especialista de Harvard recomienda para un intestino más sano

  • El experto también advierte que ciertos productos clasificados como “desayunos rápidos” cereales azucarados, barras procesadas o jugos industrializados elevan de inmediato la glucosa en sangre y generan inflamación

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Estos hábitos podrán ayudar a mantener unos intestinos saludables.

Acciones tan rutinarias como elegir una taza de café, revisar el celular mientras comes o usar la misma sartén todos los días parecen inofensivas. Sin embargo, para el gastroenterólogo formado en Harvard Saurabh Sethi, estos gestos cotidianos pueden influir silenciosamente en la salud digestiva, el metabolismo e incluso el estado emocional. Su enfoque se basa en la idea de que el intestino actúa como un “centro de control” del bienestar general, y que pequeños ajustes tienen un impacto acumulativo importante.

A continuación, se desarrollan las claves que el especialista propone para mantener un aparato digestivo equilibrado y funcional.

1. Comenzar el día con un desayuno regulado

Para Sethi, el desayuno no solo aporta energía, sino que coordina el ritmo del sistema digestivo. Explica que dejar largos periodos sin ingerir alimentos puede aumentar la acidez estomacal, activar respuestas de estrés y volver más lento el movimiento intestinal. Por eso recomienda evitar saltarlo, y elegir alimentos que proporcionen fibras, proteínas y micronutrientes.

El experto también advierte que ciertos productos clasificados como “desayunos rápidos” cereales azucarados, barras procesadas o jugos industrializados elevan de inmediato la glucosa en sangre y generan inflamación. A largo plazo, esto afecta la microbiota intestinal, fundamental para una digestión eficiente y un sistema inmune estable.

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2. Comer sin prisa y sin pantallas

Sethi subraya que el contexto en el que comemos es tan importante como el contenido del plato. Cuando una persona ingiere alimentos bajo estrés o distraída por pantallas, el sistema nervioso activa un modo “de alerta” que reduce la producción de enzimas y jugos digestivos.

Masticar despacio, sentarse apropiadamente y saborear los alimentos facilita el desdoblamiento de nutrientes y disminuye la sensación de hinchazón. Según el especialista, incluso pequeñas prácticas como respirar profundo antes de comenzar a comer pueden ayudar a preparar al organismo para digerir mejor.

3. Hidratarse apenas despertar

Comenzar el día con un vaso de agua cumple una doble función: activar los procesos intestinales y contribuir a una adecuada motilidad. Sethi señala que, aunque no existe una regla estricta sobre el horario de la hidratación, hacerlo al despertar ayuda a contrarrestar las horas prolongadas de ayuno durante la noche.

Una buena hidratación no solo mejora la digestión, sino que favorece la absorción de nutrientes y la eliminación de toxinas. En personas con tránsito lento, el hábito de beber agua desde temprano puede reducir episodios de estreñimiento.

4. Optar por café puro y sin azúcar añadida

El café puede ser un aliado del tracto digestivo si se consume de manera adecuada. El especialista explica que sus compuestos antioxidantes benefician el cerebro, el hígado y el intestino. Sin embargo, al añadir azúcar, la bebida pasa de ser saludable a convertirse en un detonante de inflamación.

Sethi recomienda preferir café orgánico o de grano, debido a la menor presencia de pesticidas. Para quienes sufren acidez o reflujo, sugiere tostados oscuros o cafés con menos cafeína, ya que suelen ser mejor tolerados. Acompañarlo con un poco de leche o crema también puede reducir la irritación estomacal.

5. Usar utensilios de cocina libres de compuestos tóxicos

El gastroenterólogo también invita a prestar atención al entorno donde se preparan los alimentos. Las tablas de picar plásticas, por ejemplo, liberan partículas microscópicas con el uso repetido, especialmente cuando presentan cortes profundos. Dicho material puede terminar en las comidas sin que el usuario lo note.

Por eso propone elegir tablas de madera, bambú o vidrio, que resultan más seguras y durables. También alerta sobre las sartenes antiadherentes deterioradas, ya que pueden contener PFOA u otros químicos asociados con disrupciones hormonales. En el hogar, el experto recomienda revisar velas aromáticas y ambientadores, dado que muchos contienen ftalatos o parafinas que se liberan en el aire y afectan la calidad del ambiente.

6. Reducir el consumo de refrescos light

A pesar de su popularidad, las bebidas dietéticas no están exentas de riesgos. Sethi menciona estudios que relacionan el consumo frecuente de refrescos light con mayor probabilidad de eventos cardiovasculares. Además, sus edulcorantes artificiales pueden alterar el equilibrio del microbioma intestinal.

Estas bebidas también podrían incrementar el apetito, porque el cerebro percibe el sabor dulce sin recibir calorías reales, lo que desencadena una búsqueda de alimentos más densos en energía. Por eso, el especialista promueve priorizar agua, infusiones sin endulzar y bebidas naturales.

7. Establecer una rutina matutina que apoye al sistema digestivo

Por último, Sethi destaca la importancia de la consistencia. Una buena rutina de mañana puede servir como ancla para un tracto digestivo saludable. Entre sus sugerencias se encuentran:

  • beber agua antes del café,
  • exponerse a la luz solar en la primera hora del día,
  • practicar respiración abdominal para activar el nervio vago,
  • incluir prebióticos como avena, banana verde o alimentos fermentados,
  • y observar diariamente la forma y consistencia de las heces para detectar cambios relevantes.

Además, una caminata corta después del desayuno puede favorecer la digestión temprana y reducir la hinchazón postprandial.

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