Los problemas de salud mental, incluyendo la depresión, pueden llevar a la muerte como cualquier otra patología con manifestaciones físicas claras.
El estilo de vida moderno ha disparado los problemas de salud mental en la población.
Cada vez son más las familias que deben lidiar con situaciones provocadas por tener entre sus miembros a una persona padeciendo algún tipo de enfermedad mental.
Pero el mayor de los problemas es la dificultad para identificar estas afecciones, la resistencia de las familias de asumirlo como una condición médica, la poca capacidad física instalada para atender este tipo de situaciones, lo costoso de muchos de sus tratamientos y la casi nula cobertura del plan básico del Seguro Familiar de Salud del Sistema de la Seguridad Social.
Los centros especializados para atender los casos de salud mental son escasos y costosos.
La depresión, el estrés y las adicciones (no solo a sustancia psicotrópicas) deterioran la calidad de vida del paciente, genera un estado de angustia a las familias y con una frecuencia alarmante termina en muerte vinculada a acciones acometidas por algunos de ese tipo de pacientes.
Hay que decirlo con claridad, los especialistas en la materia son coherentes en advertir un incremento de los problemas de salud mental en la sociedad dominicana.
Las políticas sanitarias de República Dominicana tienen que hacer visibles los programas para atender los pacientes con problemas de salud mental y atacar las causas del incremento de casos.