Santo Domingo.-La Federación Internacional de Movimiento del Agricultura Orgánica (IFOAM), que agrupa más de 750 organizaciones que están involucradas en este mercado, registra que para 2009 la demanda de productos orgánicos era de 54,9 mil millones de dólares y para 2010 se proyectó en unos US$ 57 mil millones.
Igualmente, el informe del Mercado Global de Alimentos y Bebidas Orgánicas registra entre los años 2000 y 2009 un crecimiento del mercado de 207%.
Este tipo de agricultura se practica actualmente en más de 160 países, donde cultivan 37.2 millones de hectáreas de cultivo de manera orgánica, con un incremento anual aproximadamente de 2 millones de hectáreas.
En República Dominicana durante los últimos 5 años la agricultura orgánica ha pasado de exportar US$74 millones en 2006 a US$200 millones en 2010, de los cuales solo el cacao orgánico representa más el 50%.
La cadena productiva de orgánico involucra a más de cien mil familias, lo cual constituye un importante impacto económico, social y ambiental.
Agricultura sostenible
Un ejemplo de las enormes posibilidades que ofrece la producción orgánica es el caso de Río Limpio, un pequeño pueblo situado en la frontera haitiana.
En el año 1982 el norteamericano Mark Freedman se asentó aquí para emprender un sueño de practicar agricultura sostenible entre pequeños productores.
De este experiencia nace el Centro Regional de Estudios de Alternativas Rurales (CREAR) el cual se convirtió en un referente nacional para la formación técnica en la agricultura orgánica.
A través del CREAR Río Limpio se convirtió en la cuna de la producción orgánica del país, y la República Dominicana en poco tiempo logró establecerse como principal exportador mundial de banano y cacao orgánico, dejando atrás países como Ecuador y Perú.
Hoy día Río Limpio se encuentra en la construcción de unos 16 mil mts2 de producción de invernaderos, destinados a la producción orgánica, continuando su papel de ser referencia en la adopción de iniciativas innovadoras en la República Dominicana.
La construcción de invernaderos se realiza en el ámbito del proyecto de Cambio de Uso de Suelo en el Parque Nacional Nalga de Maco, impulsado por el Centro de Innovación Atabey. Este proyecto permite orientar a los productores para la adopción de una nueva técnica agrícola sostenible, y a la vez crea los primeros invernaderos de producción orgánica en el país.
Cómo nace la marca
El proyecto se completa con un proceso de mercadeo que creó la marca lugar Río Limpio para promover los atributos de Río Limpio como destino de lo orgánico en la República Dominicana, para diseminarla en todos los niveles.
Proyecto del uso de suelo
El proyecto para el Cambio del Uso de Suelo en la Cuenca Alta del Río Artibonito en el Parque Nacional Nalga de Maco que promueve el Ministerio de Medio Ambiente a través del Programa de Manejo Sostenible de los Recursos Naturales en la Zona Fronteriza (Promaren) junto al Centro Atabey, ha avanzando notablemente en la construcción de los invernaderos.
La primera etapa contará con 15 invernaderos: nueve de la Fundación Frontera Futuro y seis aportados recientemente por la Cooperación Alemana, que viendo la dinámica de la Fundación apoyó y unió sus esfuerzos para beneficiar a más habitantes de la zona.
Estos invernaderos están siendo construidos con una brigada de mano de obra semiespecializada, con ayuda de los beneficiarios que aprenden y construyen lo que va a ser su sustento de vida, guiados por un ingeniero en la zona contratado por la Cooperación Alemana y asesorados en Santo Domingo desde un principio, por el Promefrin y una empresa especializada.
Junto con la producción, en la primera etapa se plantea empezar a construir la segunda etapa, en el segundo trimestre de 2011, que cuenta con siete invernaderos.
En total son 22 invernaderos en Río Limpio (16 del Centro Atabey y 6 de la Cooperación Alemana).
Uno de los invernaderos construidos está ubicado en el Centro Regional de Estudios de Alternativas Rurales (CREAR), pensando en la capacitación inicial y posterior de la producción orgánica bajo invernaderos.
El grado de motivación ha abierto en los beneficiarios un nuevo horizonte en sus quehaceres diarios: definieron horarios de trabajo, funciones por cada uno, crearon cocinas dentro del terreno de los invernaderos, todos unidos con algo en común: comparten el mismo sentimiento de trabajar por lo suyo.
Es importante resaltar que la producción se basará en un estudio que se está realizando para la gestión del mercadeo y comercialización.
La primera parte de este estudio consistió en la identificación de mercados potenciales para la producción bajo invernaderos y el acercamiento a clientes potenciales.
Otros componentes en los que se han logrado adelantos en el proyecto son Componente agroforestal y Componente forestal.