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«Revolución de abril de 1965 es fuente de inspiración y compromiso democrático»

Anyelo Mercedes Por Anyelo Mercedes
la revolución de abril de 1965 sigue siendo recordada como gesta que inspira a los demócratas del presente.
📷 la revolución de abril de 1965 sigue siendo recordada como gesta que inspira a los demócratas del presente.

Santo Domingo.– A casi seis décadas de la revolución de abril de 1965, la fecha continúa siendo una fuente de inspiración y compromiso democrático para la sociedad dominicana.

Así lo reflexiona Adolfo Pérez De León, dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), en un artículo en el que reivindica la revolución de abril como un “grito de dignidad nacional” que aún interpela a las nuevas generaciones.

Revolución de abril es dignidad que aún nos convoca

En su escrito, titulado Abril de 1965: un grito de dignidad que aún nos convoca, Pérez De León recuerda que aquel día no solo marcó un episodio más en la inestabilidad política regional, sino que supuso un parteaguas en la historia dominicana: fue el momento en que el pueblo, cansado de décadas de dictadura y manipulación, decidió tomar el destino en sus propias manos y luchar por el retorno del gobierno constitucional encabezado por Juan Bosch, depuesto en 1963.

La revolución de abril «fue cívico-militar, pero más allá de los cañones y las barricadas, fue una revolución de sentido”, sostiene Pérez De León.

La revolución de abril fue una revuelta de sentido entiende Adolfo Pérez.

Y en esa irrupción de conciencia colectiva, una figura se alzó como símbolo: José Francisco Peña Gómez.

Aunque no empuñó un arma en las calles, Peña Gómez tuvo un papel crucial desde Radio Santo Domingo, donde se convirtió en el altavoz del movimiento constitucionalista.

Con un discurso claro, encendido y desafiante, convocó al pueblo a resistir, a defender su soberanía y a no permitir el regreso de los intereses antidemocráticos que buscaban apropiarse nuevamente del país.

“El joven Peña Gómez fue una irrupción moral”, afirma el dirigente del PRM.

Lea luego: José M. Bonetti Guerra asumió liderazgo empresarial con el inicio Revolución de Abril de 1965

“Un líder que no se impuso por la fuerza, sino que encarnó la voz del pueblo organizado, lúcido y valiente.” Su liderazgo, añade, no puede entenderse fuera del contexto del 24 de abril, pues fue esa fecha la que lo proyectó como referente ético de un país que no estaba dispuesto a rendirse.

Para Pérez De León, el 24 de abril no es una reliquia del pasado, sino una memoria viva que “ilumina el presente y desafía al futuro”.

En tiempos donde se debaten el fortalecimiento institucional, la participación ciudadana y la justicia social, esa fecha recuerda que los avances democráticos no están garantizados por siempre y que cada generación tiene la responsabilidad de renovar el compromiso con la libertad y la verdad.

“La democracia se defiende cada día”, escribe. “Cada vez que una mujer exige sus derechos. Cada vez que un joven se organiza en su comunidad. Cada vez que una política pública pone primero la dignidad.”

En ese sentido, advierte que conmemorar el 24 de abril no es solo recordar con nostalgia, sino reafirmar principios y advertir que hay valores no negociables. “Callar cuando la democracia está en riesgo es traicionar”, sentencia.

Finalmente, Pérez De León subraya que el espíritu del 24 de abril sigue vigente, no como una consigna vacía, sino como una responsabilidad ciudadana.

“Depende de nosotros mantener viva esa llama que encendió el pueblo dominicano aquel día. Porque el precio de la dignidad puede ser alto, pero siempre vale la pena.”

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Anyelo Mercedes

Es periodista y locutor. Suele cubrir temas políticos.

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