Para muchas de las personas que residen en los condominios desconocen la ardua labor que realizan con sus excepciones, los comités directivos en esos lugares humanos. Unos y unas hacen esa labor de forma vocacional, por el bienestar y el cuido de su bien inmueble, el cual fue adquirido con sacrificios por sus propietarios y propietarias.

Las directivas que he conocido algunas ha sido electas por los condóminos en asamblea para esos fines. El numero varia en la conformación y la dinámica de funcionamiento también.

Algunos tienen delegado y delegadas por bloques, otros por piso y los menos están compuesto de manera unidireccional, es decir, que solo una persona dirige y administra a la vez. Es en esas personas en las cuales descansan una series de responsabilidades, que creo que ni ellos y ellas mismas se han imaginados tales roles.

Decimos esto porque es a los mismos a donde acuden las personas a quejarse sobre los conflictos con sus vecinos y vecinas más cercanos y a donde se presentan todas las situaciones personales y grupales. Ha veces creen que esa persona es la que debe tomar la decisión sobre lo que le está ocurriendo y no él o ella. Hay que saber distinguir cuales asuntos son propios de los directivos en términos administrativos, de mantenimiento y sus competencias. Todos sabemos que de 7 personas que fueron electas para diversas funciones, solo una o dos asumen sus respetivas responsabilidades, las demás son pasivas o se mantienen al margen.

Una cosa es que la persona del condominio presente situaciones sobre el parqueo, la jardinería, el agua, la bomba, los animales, los ruidos (innecesarios), el embellecimiento, la basura, la seguridad de todos y todas. Y otra cosa son los conflictos personales entre ellos. En ese punto soy de opinión que la persona que dirige el residencial o el condominio puede si así lo desea intervenir para que esas personas pacifiquen sus diferencias a través de mecanismos alternos de solución de conflictos o bien acompañándole en un dialogo abierto y franco entre ellos, eso si podrías asumir nada más, para poder lograrlo necesita una capacitación en ese orden.

Continuando con las funciones de los directivos en los residenciales o condominios que para quien suscribe son sinónimos, estos carecen de reglas escritas o digamos de estatutos consensuados entre ellos y ellas en asambleas para eso fines. Es decir, no cuentan con la reglamentación necesaria y por ende como no existen lasreglas por tales razones convivencia se torna tensa y en ocasiones violentas.

Son hechos que ocurren, no trascienden a los medios de comunicación y muchos menos a las autoridades judiciales o municipales, los cuales deberían velar para que en esos espacios de personas, cuenten con mecanismos democráticos y participativos en sus espacios de unión y de compartir sus vidas.

Soy de los que cree que las personas podemos superar todas las dificultades en las relaciones sociales con el otro y otra. La persona tiene el poder de decidir, tolerar, resolver y de auxiliarse con profesionales de la mediación y la conciliación para vivir en confraternidad y paz.

Lo que deseo plantear en síntesis es, que recuerden todos y todas en los residenciales o condominios, que los directivos de los mismos no son sus empleados, son servidores y servidoras que han decidido brindar su tiempo libre para acompañarles y apoyarle nada más. Acompáñeles usted también y respete sus decisiones y promueva entre los suyos las buenas acciones a favor de esa colectividad.

Recuerde que si fuera una empresa privada que se ocupara de esos asuntos, su cuota de mantenimiento fuera mucho más alta que la actual y la vida en su residencial podrían ser muy diferente con una institución extraña entre ustedes. Estos talvez no tienen los valores que ustedes como grupo de vecindad poseen. Manos a la obra, coopere y colabore. Sumase o nunca reste. Si eso se logra, su apartamento o vivienda adquiere en el mercado un valor en donde usted sale ganando.