¿Alguna vez has estado en un momento de tanto enojo o estrés que alguien te ha dicho algo así como: “Respira que te vas ahogar”? Lo cierto es que tal vez no te ahogues, pero tu corazón, tu cerebro y todo tu cuerpo tendrán un gran alivio si sigues la recomendación y respiras con consciencia.

Y es que cuando tomas unos minutos para hacer unas respiraciones consciente estás bajando el ritmo a todo tu sistema. Le envías un mensaje al corazón y al cuerpo diciéndole que no hay un peligro inminente, que estás a salvo y el sistema nervioso parasimpático o autónomo cambia el comando de huida o lucha y se relaja.

Con tan solo respirar conscientemente puedes perfectamente evitar problemas instantáneos, pero en especial mayores que se van gestando en el diario vivir y que no son gestionados oportunamente.

El estrés mal gestionado también conocido como estrés crónico puede llevarte a desarrollar problemas diversos; por poner un ejemplo mantenerte estresado puede desarrollar hipertensión, lo cual más tarde pueden llevarte enfermedades coronarias. El estrés crónico puede ayudar a activar las predisposiciones genéticas de tu sistema.

Toma un momento para inspirar suavemente por la nariz mientras cuentas 1;2;3;4. Lleva el aire a tu estómago y sostenlo ahí mientras cuentas 1;2;3;4, y con toda la calma que tengas exhala por la boca fruncida mientras cuentas 1;2;3;4. Espera para tomar aire nuevamente hasta que cuentes 1;2;3;4, y repite de tres a cinco veces.

Los ejercicios de respiración consciente ayudan al cuerpo y la mente a entender que todo está bajo control. El cuerpo puede serenarse y es así como poco a poco vas evitando ahogarte en un enojo.