Tal y como remarca Isabel Campos del Portillo, dietista-nutricionista del Centro Médico Quirónsalud Toledo, en España es bastante común el déficit de vitamina D, entre otros puntos por la menor exposición solar, el empleo de la protección solar que dificulta su síntesis, y por una dieta insuficiente en alimentos favorecedores.
“La carencia de vitamina D puede conducir a una pérdida de densidad ósea, lo que puede llevar a sufrir osteoporosis y fracturas. Una deficiencia severa de la vitamina D también puede conducir a otras enfermedades como raquitismo en niños o en adultos y, si la deficiencia es severa, conlleva osteomalacia, que causa huesos débiles, dolor en los huesos, y debilidad muscular”, afirma.
Síntesis de vitamina D
Obtenemos la vitamina D, fundamentalmente, a través de la piel y de esa exposición a la luz del sol que mencionamos.
Aunque la dieta es la segunda fuente y la podemos encontrar sobre todo en los pescados grasos como el salmón, los arenques, o las sardinas, así como en la yema de huevo, o en el queso; aparte de encontrarla en los alimentos fortificados con vitamina D; o bien a través de la suplementación, “un recurso a veces necesario que el médico prescriba si tenemos déficit de esta vitamina”, remarca.
Éstas son las funciones de la vitamina D
Concretamente, esta experta en nutrición destaca que la vitamina D ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio, que es uno de los principales componentes de los huesos.
Además, subraya que esta vitamina es fundamental para nuestro sistema nervioso, nuestro sistema muscular y para el inmunitario. Sostiene igualmente que cada vez hay más evidencia científica de su relación con nuestro estado de ánimo.
“Cumple con diversas funciones en nuestro organismo, siendo lo más importante su papel a la hora de fijar el calcio a los huesos. Contribuye así a un correcto desarrollo de nuestro sistema óseo, a la vez que interviene en el sistema nervioso, en el muscular, y en el inmunológico”, mantiene la especialista.
Los alimentos ricos en vitamina D
Resalta en consecuencia esta especialista del Centro Médico Quirónsalud de Toledo que algunos de los alimentos que son ricos en vitamina D y que nos pueden ayudar a mejorar los niveles son:
• Pescados: salmón, atún, caballa, sardina, boquerón, jurel, pez espada, arenque, dorada, palometa, bacalao, los langostinos, o el caviar.
• Aceites de pescado: aceite de hígado de bacalao, bonito en aceite, anchoas en aceite.
• Algunas verduras: níscalos, champiñón o borraja.
• Productos de origen animal: huevo.
• Lácteos: leche entera, yogur entero y quesos enteros.
• Alimentos fortificados: cereales de desayuno, bebida de soja, bebida de almendra, bebida de avena.
Cuando hay un déficit de esta vitamina
Cuando tiene lugar una hipovitaminosis D, o déficit de vitamina D, en la persona adulta, aparte de los problemas citados al inicio de este artículo, también pueden darse dolores de cadera, lumbares o en los huesos por el propio efecto de desmineralización.
En estos casos, Isabel Campos del Portillo ve importante tratarlo con suplementación de vitamina D, siempre consultándolo previamente con un especialista, quien a través de una analítica medirá los niveles de vitamina D en el cuerpo y determinará cuáles son las dosis y la frecuencia con la que se debe tomar la vitamina.
Por ello, es importante realizarse chequeos anuales para valorar a través de una analítica como estamos y acudir al especialista para que nos ayude a mantener los requerimientos de esta vitamina en buen estado”, sostiene esta especialista en nutrición.