RD y EE.UU. debilitan la ruta  narcos del Caribe

Santo Domingo.-La República Dominicana y Estados Unidos prácticamente han descapitado las principales estructura de narcotráfico de lo que se denomina “corredor del Caribe”, por donde pasa la casi totalidad de la cocaína y heroína introducida a Puerto Rico.

Esa ruta la controlaban fundamental cinco grupos, de los cuales tres han sido descapitados y sus estructuras diezmadas; uno se mantiene operando, aunque sus hombres de apoyo en las dos islas fueron arrestados, y la otra al parecer cambió su destino hacia Europa, donde el precio de la droga es más atractivo.

 Esos grupos tienen en común que empezaron a florecer en los primeros años de la década del dos mil, con la participación activa de narcotraficantes puertorriqueños que además impregnaron una macabra combinación de violencia y glamour.

 Los grupos decapitados son los que en la República Dominicana han encabezado José David Figueroa Agosto (heredero del reinado de Wilfredo Andújar Guzman, arrestado en septiembre de 2001 y extraditado a Puerto Rico en febrero de 2002), otro liderado por el romanense Antonio del Rosario Puente (Toño Leña) y un tercero que empezaba a tomar fuerza bajo las directrices  Luis Alberto Santacruz Echeverri, un colombiano quien estuvo en línea sucesoral del legendario Cartel de Cali cuando ésta era la principal organización de narcotraficantes del mundo.

 Figueroa Agosto y Del Rosario Puente tenían la región Este del país como su principal centro de operaciones. El capo puertorriqueño logró establecer relaciones con los demás cabeza de grupos porque se centraba en comprarles la droga a quienes la traían de Colombia y Venezuela para entonces él enviarla a Puerto Rico, donde era recibida por la banda de Miguel Ángel Ayala Vásquez (Ángelo Millones).

“Toño Leña”

A Del Rosario Puente, contra quien pesa un pedido de extradición para enfrentar cargos de narcotráfico a gran escala en Puerto Rico, se le atribuye haber establecido una estructura de recepción de cocaína que era bombardeada en cañaverales o cerca de las costas en el este del país.

Su grupo de encargaba de recogerla y abastecer a los suplidores del mercado boricua, que también mandaban a New York, New Jersey y Filadelfia.

Luego de la captura de Del Rosario Puente los bombardeos de droga se han reducido de manera sustancial en la región Este.

Santacruz Echeverri

En otra labor conjunta de las autoridades dominicanas y estadounidenses,  fue arrestado al colombiano Santacruz Echeverri a finales de septiembre pasado (poco después de que Figueroa Agosto escapara  de la persecución que se inició en la torre Alco Paradisus).

Éste capo había establecido una ruta para la droga mediante bombardeos de esa mercancía en la zona de Samaná y en lagos de presas del nordeste del país.

Éste capo se instaló en la República Dominicana, obteniendo la residencia legal con sus datos reales y estableció una red conformada por colombianos, mexicanos y dominicanos.

Tras su detención fue extraditado de inmediato a New York, donde enfrenta cargos por narcotráfico. Se trata de un medio hermano de José Santacruz Londoño, quien junto a los hermanos Rodríguez Orejuela fundó en la década de los 80 el Cartel de Calí.

El Norte del Valle

Tras la decadencia de los carteles de Medellín y de Cali en Colombia surgió otro grupo más agresivo que éstos dos. Se denominó el Cartel del Norte del Valle, que surgió con fuerza a mediados de los noventas y que se fortaleció al llegar a acuerdos con los carteles mexicanos para introducir la droga por la frontera con Estados Unidos.

 Muchos años después éste grupo criminal también se ha disminuido y con poca capacidad para equipararse a sus contrapartes aztecas. Por eso algunas de sus células han buscado en el Caribe la ruta alternativa que les permita llevar su mercancía a Estados Unidos. Un remanente de este cartel estableció una ruta desde Venezuela a la República Dominicana para de ahí llevar la droga a Puerto Rico y New York.

Con la asistencia de inteligencia de la DEA, la Marina de Guerra dominicana y la DNCD lograron desarticular la ruta arrestando a sus socios boricuas y decomisando de manera consecutiva dos cargamentos que sumaron 1,600 kilos, aunque previamente lograron introducir unos dos mil kilos en una operación que fue detectada pero no pudo ser interceptada.

La caída de esa banda implicó la detención del boricua Arturo López, alegado contacto para trasladar la droga hacia Puerto Rico, el colombiano César Boutrago (Cali) y los dominicanos Justo Germán Rosario (Papín), Carlos Ovalles Torres (Chichí), Ángel Montero (Canano), Leudi Morato Ponce, capitán de la lancha; Daniel Tavárez (Dany), Antonio Ramírez (Costeno) y Ramón Poché (Félix). Posteriormente  fueron apresados Benito Vidal Inirio (Andrés) y Richard Rosario, quienes habían escapado durante el operativo inicial.

Surgir de los segundos

Sin embargo, la caída de estas cabezas inspiran a quienes en un momento fueron segundos de los capos  a ocupar los espacios que éstos dejan vacantes.

El colombiano y los marinos

Para el año 2008 la Dirección Nacional de Control de Droga tenía la información de que dos oficiales de la Marina de Guerra eran formalmente acusados por narcotráfico, usando para sus actividades hasta embarcaciones de la institución. Se formulaba el pedido de extradición contra los oficiales Miguel Antonio Suárez Silfa y Carlos Rossó Peña. Ambos, en circunstancias diferentes, decidieron evitar el juicio para la extradición y partir a Puerto Rico, donde están siendo enjuiciados.

 En junio del año pasado, uno de sus socios que aún permanecía prófugo, el colombiano Harvey Bernúdez Lasso, fue arrestado por agentes de la DNCD mientras almorzaba en un restaurante del Malecón, lo que permitió enjuiciar a un grupo que transportaba drogas a Puerto Rico desde el país escoltado por naves militares y hasta recibiendo informaciones de inteligencia para eludir a la Border Patrol de Puerto Rico. Por este caso  al menos a un general activo se le quitó la visa de EE. UU.