Quién es Manuel Rocha, el diplomático estadounidense acusado de espiar para Cuba durante 40 años
Un diplomático estadounidense de origen colombiano fue arrestado el viernes por supuestamente espiar para Cuba durante 40 años.
Se trata de Víctor Manuel Rocha, de 73 años, quien ocupó puestos relevantes en las embajadas de EE.UU. en República Dominicana, Argentina y Cuba, y fue embajador en Bolivia entre 1999 y 2002.
De acuerdo con la acusación presentada por la fiscalía este lunes en una corte de Miami, ciudad en la que reside Rocha y en la que fue detenido, el diplomático habría comenzado su actividad de espionaje en 1981.
“Rocha apoyó secretamente a la República de Cuba y su misión de acopio ilegal de información de inteligencia contra EE.UU. al servir como un agente de sus servicios secretos”, sostiene el documento.
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La acusación argumenta que el exdiplomático admitió los hechos a un agente encubierto del FBI en varias reuniones celebradas entre 2022 y 2023.
“Esta acción expone una de las infiltraciones de mayor alcance y más duraderas en el gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”, señaló en una declaración escrita el fiscal general de EE.UU., Merrick B. Garland.
En el comunicado de prensa, el funcionario indicó que Rocha presuntamente buscó y obtuvo puestos en el gobierno estadounidense que le proporcionaban acceso a información no pública con la capacidad de “afectar la política exterior” del país.
Este comportamiento se extendió hasta 2012, cuando para entonces trabajaba como asesor del Comando Sur del Ejército de EE.UU., división que tiene a su cargo vigilar los asuntos de seguridad relacionados con Cuba.
Hasta el momento, no hay ninguna declaración de Rocha sobre las acusaciones presentadas en su contra.
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La acusación
Rocha enfrenta tres cargos: uno por conspiración, otro por actuar como agente de un gobierno extranjero y un tercero por usar un pasaporte obtenido mediante una declaración falsa.
El documento de la fiscalía sostiene que el acusado admitió sus “décadas” de trabajo para Cuba a un agente encubierto del FBI que se hizo pasar por representante de la Dirección General de Inteligencia cubana (DGI).
Antes de reunirse en persona, Rocha recibió un mensaje por la aplicación de mensajería WhatsApp que decía: “Tengo un mensaje para ti de parte de tus amigos en La Habana. Se trata de un asunto delicado”.
Las autoridades señalan que el exfuncionario contestó “no entiendo, pero puedes llamarme”.
En las conversaciones en persona, que ocurrieron en Miami y fueron grabadas, Rocha supuestamente contestó “sí” cuando el agente le indicó que había sido contactado para “establecer un nuevo plan de comunicación”.
El exfuncionario también le habría contado al agente cómo logró infiltrarse “poco a poco” en el gobierno estadounidense.
«Sabía exactamente cómo hacerlo y obviamente la Dirección [la agencia de inteligencia de Cuba] me acompañó… Es un proceso largo y no fue fácil», supuestamente le dijo al agente del FBI.
Y también se refirió a EE.UU. como “el enemigo”, utilizó términos como “nosotros” para referirse a sí mismo y al gobierno cubano, y llamó a Fidel Castro el “comandante”.
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