¿Qué es el cáncer?
Evaluaciones estadísticas han concluido reiteradamente que cada kilogramo de tejido humano adulto contiene un promedio de un trillón “americano” (un millón de millones) de células, constituyendo estas las bases funcionales y estructurales que soportan el edificio majestuoso que Dios ha regalado a cada ejemplar de homo sapiens.
La mayoría de las células humanas mueren al envejecer y son reemplazadas las más de las veces por divisiones celulares que de tiempo en tiempo ocurren con diferente frecuencia en distintos tipos de tejidos.
Durante cada división celular o mitosis, el núcleo que contiene el ADN, huella genética que caracteriza a cada uno de los seres vivos, se divide al mismo tiempo que la célula “pare” dos células nuevas que mantienen saludable al individuo.
Pero sucede que de tiempo en tiempo el proceso descrito en el párrafo anterior falla, dando lugar a células que contienen fallos en su ADN que producen agregados de células anormales que al crecer forman tumores que en muchos casos crecen desordenadamente y son llamados malignos.
Estas estructuras constituyen la base del cáncer, uno de los flagelos sanitarios más impactantes en las últimas generaciones. El cáncer puede originarse en cualquier tipo de tejidos y se comporta de manera diferente en cada localización. Si brota en un tejido glandular se denomina adenocarcinoma, en uno epitelial se llama carcinoma y algunos constituidos por células gliales del sistema nervioso central dan lugar a los glioblastomas multiformes, cuyo pronóstico es el uno de los más sombríos en el ámbito oncológico.
El manejo de los pacientes golpeados por distintos tipos de cáncer pertenece a los oncólogos, sean estos médicos, cirujanos o radiólogos. Este manejo lo resumiremos, Dios mediante, en un próximo teleidoscopio.
* Por Fabio Valenzuela Sosa
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