Propaganda confusionista contra Venezuela

Propaganda confusionista contra Venezuela

Propaganda confusionista contra Venezuela

Luis García

“La propaganda no engaña a las personas, sino que simplemente les ayuda a engañarse a sí mismas”, dijo en una ocasión el escritor estadounidense Eric Hoffer, contrariando a muchos que recurren a ese mecanismo con la finalidad de confundir a ciertos segmentos poblacionales en procura de alcanzar determinados fines.

Cito esta frase para referirme a Venezuela y al gobierno que encabeza Nicolás Maduro, contra el cual se han lanzado todos los “misiles” propagandísticos posibles desde sectores conservadores del país y el exterior.

Las acusaciones de haber instalado una supuesta dictadura y la realización de fraudes electorales han sido los temas preferidos con el propósito de sacar el poder a los discípulos de Hugo Rafael Chávez Frías.

El nivel de los decibeles ha sido de tanta intensidad que su impacto penetra a las fronteras dominicanas, donde escucho ruidosas voces que exponen a oídos sanos enfermedades auditivas debido a un tipo de propaganda propia de quien fuera el ministro alemán para la Ilustración Pública y la Propaganda del Tercer Reich, Joseph Goebbels.

Naturalmente, en democracia se toleran esas cosas, aunque se esté consciente de que se trate de simples doxas.

Carentes de fundamentos, escucho voces acerca de supuestos fraudes electorales en la tierra de Simón Bolívar, ensañándose contra el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Me temo que la mayoría que así se expresa, ni siquiera conoce la realidad económica y social venezolana, limitándose a reproducir las ideas retorcidas de la oposición.

Venezuela cuenta con uno de los mejores sistemas electorales de América Latina. El registro de concurrentes es de primera y los votos se cuentan rápido, como parte de una democracia electoral.

Hablamos de democracia electoral cuando el régimen en el que la lucha por el poder público se dirime entre opciones plurales reales, por la decisión periódica de un colegio sin exclusiones, a través de procesos competitivos, reglados y dirigidos por una autoridad de garantizada neutralidad.

Y en los procesos electorales venezolanos, hasta pruebas fehacientes en contrario, se verifican esos requerimientos.

Los partidos concurren, como el caso del oficialista el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus adversarios en la Mesa de la Unidad Democrática, que van en procesos libres organizados por el CNE.

Desde el año 1998 se han celebrado 23 procesos electorales en los que su ciudadanía ha elegido libremente a los representantes de los distintos cargos públicos, en el marco de la democracia participativa.

En octubre de 2015, la oposición ganó ampliamente los comicios parlamentarios de ese año, cuyos resultados fueron aceptados por el oficialismo, lo que no hacen los contrarios en los momentos que resultan derrotados.

Los adversarios del chavismo también han contado con la colaboración de los Estados Unidos, que no desaprovecha ninguna oportunidad para atacar a la administración de Maduro, contra la que ha establecido sanciones económicas en varias ocasiones.

A los del patio que opinan de oídas, les decimos que los avances en el diálogo entre la oposición y el gobierno que se lleva a cabo en la República Dominicana, con la mediación del presidente Danilo Medina, demuestran que eso solamente es posible en democracia.

La campaña de propaganda confusionista contra gobierno venezolano que sistemáticamente se ha puesto en marcha, desde dentro y fuera del territorio, terminará engañando a sus promotores.



Noticias Relacionadas