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Por qué hoy el CDP necesita una gran alianza para derrotar el continuismo

Por Julio Disla

El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) vive una de las peores crisis de su historia. El continuismo de un trío que lleva más de treinta años enquistado en la dirección, llevando a nuestra institución a la bancarrota moral y política. Sin perspectiva gremial, sin capacidad de modificar la Ley 10-91 y sin voluntad de defender a los periodistas ante la precarización laboral, por consiguiente, han convertido la organización profesional en una oficina de favores y prebendas.

Hoy la disyuntiva no es entre el candidato ideal y el menos conveniente. La disyuntiva real es entre permitir que este trío continúe liquidando el espíritu del gremio o unirnos para desalojarlos del poder.

Un apoyo táctico, no un cheque en blanco

Es cierto que José Beato arrastra expresiones de caudillismo y de perpetuación. Nadie lo niega. Pero en política gremial —como en política general— no siempre se actúa en el escenario ideal, sino en el posible.

“La política es el arte de lo posible”, recordaba Onelio Espaillat Y lo posible ahora es articular una gran alianza coyuntural, alrededor de la candidatura de José Beato, que impida dos años más de parálisis y degradación.

Apoyar a Beato en este momento no significa rendirse ante el caudillismo, sino cerrar filas para abrir una ventana de reorganización gremial.

Lo que está en juego

• Romper el continuismo: del trío gobernante que ha convertido al CDP en un aparato sin voz ni incidencia.

• Recuperar la voz de la base: que las asambleas sean reales, con debates abiertos y democráticos y las elecciones sean validas, con la participación del 50 mas uno de las membresías del CDP,como lo indica el reglamento interno.

• Defender la Ley 10-91 en lo referente a los elementos que tienen validez en este contexto y modificar lo que oprima: no resignarnos a la parálisis gremial.

• Reconectar con las bases: el CDP no puede ser un club de oficina; debe volver a ser un frente activo en defensa de los periodistas.

“Un gremio que no defiende a sus miembros, deja de ser gremio”, decía Héctor Rafael Peña cuando asesinaron a Marcelino Vega. Hoy esa frase es un espejo incómodo para el CDP.

Llamado a la base periodística

Periodistas de todos los medios, géneros y generaciones:

• Este no es el momento de la pureza aislada, sino de la unidad táctica.

• No se trata de enamorarse de un candidato, sino de cerrar el paso a quienes nos han arrastrado al abismo.

• La historia demuestra que los cambios empiezan por romper los cerrojos del continuismo.

“Quien no se mueve, no siente las cadenas”, advertía mi padre Andrés Avelino Disla. Si seguimos inmóviles, pronto el CDP será un cascarón huero.

Es hora de decidir

El voto por Beato en este contexto no es un acto de devoción, sino un golpe de martillo para romper el candado del continuismo.

Mañana, con el candado roto, la tarea será más grande: democratizar el CDP, formar nuevos liderazgos, rescatar la ética gremial y volver a ser una institución que defienda a sus miembros, no que viva de ellos.

La historia nos está poniendo a prueba. O actuamos ahora, o nos resignamos a ver cómo se extingue lo poco que queda del CDP. No es tiempo de dudas, es tiempo de actuar.

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