- Publicidad -

- Publicidad -

Organizaciones rurales reclaman fortalecimiento de mercados locales para garantizar alimentos saludables y a precio justo

Foro de Agricultura Familiar y Mercados Territoriales

Durante el 2do Foro de Agricultura Familiar y Mercados Territoriales se presentaron estudios que revelan graves limitaciones en la comercialización agroalimentaria y la titulación de tierras, afectando a más de 6,000 familias campesinas en el sur del país.

Santo Domingo. La falta de mercados territoriales fortalecidos y de políticas de titulación de tierras adecuadas pone en riesgo la sostenibilidad de la agricultura familiar y el derecho a la alimentación en la República Dominicana.

Los hallazgos de las investigaciones tituladas “Cartografía de mercados territoriales en República Dominicana” y Situación legal de parcelas catastrales en nueve comunidades de Azua, Barahona y Bahoruco” aportan evidencia sobre la exclusión estructural que enfrentan comunidades rurales en materia de acceso a mercados y tenencia segura de la tierra.

Entre otros aspectos, destacan que más de 6,000 familias productoras en Azua, Barahona, Bahoruco y Elías Piña participaron, directa o indirectamente, en las investigaciones, que incluyeron encuestas, entrevistas, grupos focales y trabajo de campo especializado. Los informes apuntan a la urgente necesidad de construir un sistema alimentario justo, resiliente y anclado en los territorios.

En ese sentido, los resultados del estudio de mercado destacan que “la agricultura familiar vive una profunda crisis, atrapada en altos costos de producción y bajos precios pagados a las y los productores, mientras la escasa dotación de valor a las cosechas y las altas pérdidas poscosecha implican que las familias campesinas tienen que vender lo más antes posible, limitando su posibilidad de negociar precios con los intermediarios. A esto se suma que el éxodo de las juventudes rurales significa que en el campo quedan las personas mayores de edad, menos orientadas a la innovación. Todo esto requiere un esfuerzo conjunto, coordinado y especial para volver a vincular a los jóvenes a la economía rural, con un cambio de paradigma”, precisó su investigador, Piero Confalonieri.

Lea además también: Fluctuaciones de precios en alimentos afectan a consumidores y comerciantes en el Merca Santo Domingo

Obstáculos en la comercialización

Uno de los estudios destaca la fragilidad de los mercados locales, señalando la falta de infraestructura, apoyo institucional y articulación con políticas públicas. Las ferias campesinas, espacio vital para la venta directa de alimentos frescos, dependen en gran medida del voluntarismo de las organizaciones comunitarias, sin decisiones políticas de carácter estratégico (coordinación intersectorial, inversiones adecuadas, implementación de leyes existentes), ni del Poder Ejecutivo ni a nivel de gobiernos locales.

Entre las 25 propuestas de acción destacan:

  • Activar plenamente la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y sus órganos de coordinación.
  • Reactivar el INESPRE con un enfoque de control de precios justos y compras a la agricultura familiar.
  • Cumplir con los decretos 168-19 y 610-22, que mandatan al INABIE a adquirir alimentos del Programa de Alimentación Escolar a productores locales.

Tierras ocupadas sin titulación

El segundo estudio, centrado en la legalidad de los terrenos agrícolas en nueve comunidades, alerta sobre una situación de alta inseguridad jurídica y destaca que más del 84 % de las 128 mil tareas analizadas se encuentran dentro de áreas protegidas, lo que legalmente impide su titulación, pese a que han sido ocupadas por familias campesinas durante décadas.

Se recomienda iniciar procesos de saneamiento de tierras fuera de áreas protegidas, explorar la redefinición de límites de zonas como la reserva Barrero, y establecer esquemas de comanejo con el Ministerio de Medio Ambiente.

También precisa que en algunas zonas, como la Reserva Forestal Barrero, existen incluso asentamientos establecidos por el Instituto Agrario Dominicano (IAD) después de que se declararan como áreas protegidas, lo que refleja contradicciones en la gestión del territorio.

Soberanía alimentaria desde abajo

Las organizaciones campesinas no solo reclaman, también proponen: más agroecología, venta directa productor-consumidor y un sistema alimentario que reconozca el valor del trabajo rural.

Los informes y recomendaciones se presentan como insumos clave para el diseño de políticas públicas, y como una llamada de atención a las instituciones del Estado, organismos internacionales y sociedad civil. “No se trata solo de producir comida. Se trata de para quién, cómo y a qué costo se produce”, concluyó uno de los facilitadores del encuentro.

Metas del Foro

Los estudios fueron presentados en el marco del 2do Foro Agricultura Familiar y Mercados Territoriales, que estuvo encabezado por Miriam Guzmán, viceministra de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura; Celeste Solano, coordinadora regional para el Caribe de Justicia Alimentaria; e Ignacio Sánchez de Lerín, ministro consejero de la Embajada de España en República Dominicana.

El evento fue organizado por Justicia Alimentaria, la Confederación Nacional de Mujeres del Campo (CONAMUCA), la Federación de Campesinos Independientes Mamá Tingó (FECAINMAT), el Centro de Promoción Campesina Lemba e Iniciativa Solidaria (ISOL), con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).

La jornada contó con las disertaciones de Guadalupe Valdés, del Foro Ciudadano; María Poggi y Piero Confalonieri, de Terra Nuova; Juan Ferra, de la CONAMUCA; y Hero Pérez, de la Articulación Nacional Campesina, además de Carlos Brito, de ISOL y FECAINMAT, y Pilar Mayordomo, de Justicia Alimentaria.

En el evento, las organizaciones mostraron experiencias locales y presentaron propuestas desde las comunidades rurales para el fortalecimiento y la articulación entre organizaciones campesinas, instituciones públicas y cooperación internacional, mediante el reclamo de políticas públicas que reconozcan el valor estratégico de la agricultura familiar en la garantía del derecho a la alimentación, el desarrollo territorial y la justicia social.

Etiquetas

Artículos Relacionados