Una playa de la Bahía de Ussuri (Rusia) era considerada como un basurero peligroso, ya que arrojaban botellas de vodka, cerveza y vino.
Pero con el paso del tiempo el oleaje del mar y la nieve sobre los punzantes trozos de vidrio pulieron sus peligrosos bordes y los transformaron en piedras preciosas, siendo hoy una de las playas más bellas del planeta.
La playa es espectacular, especialmente en invierno.