Objeto de reflexión

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Objeto de reflexión

La Junta Central Electoral tiene razón, y los partidos políticos deben poner a un lado la dañina tendencia a comportarse como grupos de intereses ante un Estado al que suelen ver como piñata en la que todo puede ser destrozado, incluidos los restos de una vapuleada ley.

¿Y cuál es la razón de la Junta? En pocas palabras, su “profunda preocupación” ante el desbordamiento del proselitismo electoral, en el que ve una amenaza contra la integridad del sistema.

Una preocupación justificada por causa de la cual ha invitado a los partidos políticos a una reunión este jueves.
De la estabilidad política suele decirse que es el techo que cobija la prosperidad material de los pueblos.

Y puestos a decir verdad, la denominada “resiliencia” del dominicano se apoya en las oportunidades puestas a la vista por unos marcos institucionales hasta ahora con un aceptable nivel de estabilidad.

Decir que la ley electoral ha sido descuartizada no es un argumento apropiado para actuar como si no existiera. Esta norma fue hecha desde la política y a favor de la Junta debe ser dicho que ante lo poco con lo que cuenta de ella para organizar, disponer y controlar los procesos, ha presentado sus puntos de vista en proyectos puestos en manos del Congreso Nacional.

Los partidos políticos son actores fundamentales del sistema, y parece innecesario argumentar que necesitan de un árbitro, preferiblemente interno y con una autoridad robusta, una autoridad que no debe ser minada.
La preocupación de la Junta ante el desbordado proselitismo debe ser objeto de reflexión por parte de líderes experimentados, como los generados por la política en las dos últimas décadas.



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