Este término me ha puesto a pensar en tantas cosas. ¿Vuelta atrás a la normalidad de antes con matices nuevos? Con el correr desenfrenado, el hacer, el hacer,  para tener y tener ¿y el ser? “Normalidad” ¿cuál sería esta? ¿Somos normales? ¿Quién determina el que eres o no eres normal? Si lo anormal es lo que estos días hemos vivido con el cabello al natural, sin máscaras mostrando nuestros espacios, nuestros temores, iras, realidad y si amamos u odiamos al que nos rodea.

¡Cuánta transparencia se han vivido estos días, muchos haciendo lo que realmente les apasiona, otros descubren que su trabajo ya no les gusta, unos más se atrevieron a decir sus verdades y a mostrar su vulnerabilidad. Y de repente la arrogancia de no voy  a hacer esto, yo no hago esas cosas, se transformaron en aptitudes!

El silencio, ir adentro resultaba atemorizante, ¿nos desconectaremos de nuevo si volvemos a la normalidad? ¿Volveremos al egoísmo y voltear la cara de antes? Espero sinceramente que no.

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